La producción de gas renovable o biometano a partir de lodos residuales permitiría el ahorro anual de 6.600 toneladas de dióxido de carbono (CO2) con respecto al gas natural en los ayuntamientos de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros. Esta cantidad equivale a las emisiones a la atmósfera de CO2 producidas por unos 700 vuelos de pasajeros entre A Coruña y Madrid en un año. La equiparación refleja el potencial que tiene el proceso de producción de una fuente de energía renovable como el biometano, un procedimiento desarrollado desde hace tres años por la Unidad Mixta de Gas Renovable, proyecto conjunto de Naturgy, el Centro Tecnológico EnergyLab y la Edar de Bens, la empresa pública que depura las aguas residuales de los cinco municipios coruñeses.

Los resultados de la primera fase del proyecto, que cuenta con fondos europeos del programa Feder Galicia 2014-2020 y financiación de la Axencia Galega de Innovación, fueron expuestos ayer en la planta depuradora de Bens, instalación que a partir de marzo del próximo año será la primera de España en inyectar gas renovable a la red de suministro e afectar, por tanto, a los hogares de 450.000 vecinos.

La Unidad Mixta ha permitido la implantación de dos instalaciones de purificación de biogás: una planta de membranas y un piloto experimental capaz de transformar en metano el dióxido de carbono de una corriente de biogás a través de la metanacion biológica. A través de estas tecnologías la depuradora de Bens ha generado a partir de los lodos una corriente de gas renovable susceptible de ser usada como combustible alternativo para el transporte y para ser inyectada a la red de gas que suministra a los hogares, según explicó David Meana, de EnergyLab.

La potencialidad de los resultados obtenidos desde 2017 ofrece una perspectiva optimista en una fase de desarrollo pleno, en la que la generación de gas renovable o biometano en la depuradora permitiría reducir 6.600 toneladas de CO2 al año, cubrir las necesidades energéticas de 2.800 viviendas y abastecer anualmente una flota de 3.000 turismos o de 60 autobuses.

Con el suministro de biometano, la Edar de Bens ha abastecido de combustible a tres furgonetas del servicio de mantenimiento de la red de depuración y a una de las líneas de transporte interurbano entre A Coruña y Sada. La fase siguiente y la inyección de gas renovable a la red abren un escenario que fomenta la implantación de procesos de economía circular con energía procedente de fuentes renovables limpias y con menor impacto ambiental. "El encarecimiento de combustibles fósiles nos coloca ante la posibilidad de aprovechar lodos o residuos orgánicos para minimizar el consumo y disminuir el impacto de la huella del carbono", destacó la concejal de Medio Ambiente, Esther Fontán. "Proyectos como este colocan a Galicia como referente en el ámbito de la transición energética", destacó el conselleiro de Industria, Francisco Conde.