La concesionaria del tratamiento y la eliminación de los residuos sólidos urbanos, Albada, transmitió al Ayuntamiento en febrero de este año su intención de no prorrogar el contrato de gestión de la planta de Nostián, que vence el próximo 31 de diciembre. Esta decisión supone que a partir del 1 de enero de 2020 la empresa estará obligada a continuar con la prestación del servicio, aunque en precario, es decir, sin contrato, hasta que un nuevo adjudicatario se haga cargo de las instalaciones tras la resolución del concurso que el Ayuntamiento aún no ha convocado.

El propósito de Albada respecto a la continuidad del contrato y sus consecuencias fueron tratadas entre la empresa y el Concello en un intercambio de comunicaciones en el primer semestre de este año cuando gobernaba Marea Atlántica, según ha podido saber este periódico. En el último de estos contactos, registrado la misma semana de las elecciones municipales, a finales de mayo, la concesionaria señalaba que el Concello, que había "tomado conocimiento" de la voluntad de la empresa, le había transmitido en febrero que estaba "realizando los trámites necesarios para licitar cuanto antes un nuevo contrato". Pero Albada añadía que aún no tiene constancia "de la realización de la actuación administrativa relativa a tal finalidad".

La alcaldesa, Inés Rey, informó a mediados de octubre de que la falta de avances suficientes en la redacción del nuevo contrato de Nostián durante la etapa de gobierno de Marea impedirá su licitación antes de que termine el año. La previsión del Ayuntamiento, explicó, es tener redactados los pliegos de la contratación en los primeros seis meses de 2020, para su licitación. Rey comentó que tanto el apartado de las condiciones técnicas como administrativas del nuevo contrato "están verdes". "Los plazos con los que trabajan los técnicos no son muy largos", aclaró.

Marea negó los retrasos denunciados por la alcaldesa y su portavoz, María García, defendió que el trabajo hecho por el Ejecutivo anterior estaba "muy avanzado", tanto el previo a la redacción desde 2018 como en los pliegos en el primer semestre de 2019.

El contrato por la gestión de los residuos de Nostián, firmado en enero de 1998, tiene una duración de 20 años, aunque la Junta de Gobierno Local del 19 de octubre de 2018 aprobó como fecha de finalización de la concesión el 1 de enero de 2020. Albada, con su intención de no admitir una moratoria del contrato dentro de dos meses, renuncia a la posibilidad de aprovechar la primera de las prórrogas de un año, de un máximo de cinco, que recoge la concesión.

Fuentes de la gestora de la planta de Nostián eluden pronunciarse sobre los contactos escritos mantenidos con el Gobierno anterior en el primer semestre, pero sí aseguran que, tras el traspaso de poderes en María Pita, "el momento y la relación administrativa ha cambiado mucho". "El hilo de comunicación con el Ayuntamiento está totalmente abierto", comentan estas fuentes.

La relación con A Coruña se abre, por tanto, a nuevos acuerdos, pero Albada ha avisado ya a los ayuntamientos del Consorcio As Mariñas de que tras el 31 de diciembre, con la extinción del contrato, dejará de darles servicio. El Concello coruñés avanzó la semana pasada que estudia qué pasos dar desde el punto de vista jurídico tras esta advertencia de la concesionaria al resto de municipios de los que trata sus residuos.