La Universidade da Coruña (UDC) aumenta sus mecanismos de lucha contra el acoso sexual. El Rectorado ha decidido implantar una política específica centrada en la violencia de género, que se suma al documento para la protección frente a los hostigamientos por razón de sexo que mantiene desde 2013. La medida la ha aprobado esta semana el Consello de Goberno, que pretende "contribuir a la prevención de la aparición de conductas sexistas" en el ámbito universitario. El plan,que tendrá una vigencia de cuatro años, se aplicará a todas las instalaciones y servicios de la UDC, y estará dirigido tanto al alumnado como al personal trabajador.

Cualquier persona que se considere víctima de acoso sexual o que haya sido testigo de esta situación podrá poner en marcha este protocolo, sin perjuicio de acudir a la vía judicial. Para ello tendrá que denunciarla ante la Oficina para a Igualdade de Xénero del centro o directamente frente a la Comisión Asesora, el nuevo órgano que la UDC creará en un plazo máximo de tres meses para tramitar las reclamaciones. Se procederá entonces a recoger las pruebas documentales y testificales necesarias para constatar la existencia del acoso, un paso que deberá contar con el visto bueno de la víctima en el caso de que la denuncia provenga de un tercero. De confirmarse los hechos, los miembros de la Comisión tratarán de mediar entre las partes, con el fin de resolver el conflicto y acabar con la situación.

El organismo de la UDC estará obligado a emitir, en un máximo de 15 días desde la reclamación, un informe sobre la resolución o no del problema. Tendrá que elaborar otro si los implicados no han alcanzado un acuerdo, en el que se detallarán los pasos necesarios para terminar con el conflicto. Estos podrán pasar por la apertura de expediente disciplinario, o por la separación de las partes. Los encargados de evaluarlo serán representantes del personal docente y administrativo, del alumnado y de la gerencia, así como el vicerrector y director de la Oficina para a Igualdade de Xénero.

La propia oficina apoyará el procedimiento con acciones informativas destinadas a prevenir estas conductas y a difundir el protocolo, que garantizará la confidencialidad. De su efectividad dará cuenta la Comisión con un informe anual sobre sus resultados, que se remitirá al rector. Con esta revisión, la Universidade aguarda lograr "la plena igualdad entre mujeres y hombres" y el fin de situaciones de "acoso por orientación sexual, identidad o expresión de género". Se trata de una lucha que, incide, también debe tener voz "en el ámbito educativo", para poner fin al "sexismo, la homofobia y la transfobia" en las aulas.