Las familias de la escuela infantil de la red A Galiña Azul de Eirís han enviado una reclamación tanto a la guardería como a la Xunta para que inicie una investigación sobre las reacciones alérgicas a la comida que se han detectado en casi una veintena de centros en Galicia durante el último mes, incluido éste de A Coruñareacciones alérgicascomida Galicia A Coruña. "Estamos preocupados, y no solo por las ronchas que les salen a los menores en la cara sino porque no hay información sobre lo que ocurre", señala el portavoz de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) de Eirís, José Vázquez. Las familias han pedido explicaciones "a la escuela, al Consorcio y al área de Política Social", porque, aseguran, existe "una preocupación generalizada". "No hay información de ningún tipo", resume.

El Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, que gestiona las escuelas, ha obligado a la empresa de catering a cambiar los provedores de comida hasta identificar el foco del problema.

Vázquez desvela que cuando aparecieron las primeras irritaciones cutáneas, las familias se sintieron "desprevenidas porque nunca había pasado nada igual". Las profesoras de Eirís y A Sardiñeira, las dos escuelas infantiles coruñesas gestionadas por la Xunta en las que se detectaron estos casos, avisaron a padres y madres de que los niños tenían manchas rojas por la cara -que desaparecieron al cabo de una hora- después de comer palometa. "Parecía que era un episodio puntual e incluso la Xunta explicó que quizá se había roto la cadena de frío", recuerda. El presidente del Gobierno autonómico, Alberto Núñez Feijóo, anunció entonces que se investigaría la situación para determinar dónde estaba el problema y así tomar medidas. Los técnicos estudiaron muestras del pescado, crudo y cocinado, y constataron la presencia de histamina, una sustancia que en valores elevados puede provocar reacciones alérgicas.

Después de esta primera alerta alimentaria, que se registró en otros seis centros gallegos, las guarderías eliminaron el pescado del menú. Sin embargo, esta semana, las manchas rojas volvieron a aparecer en al menos catorce guarderías de A Galiña Azul, una de ellas, otra vez, la de Eirís. Pero en esta ocasión, la palometa no formaba parte de la comida, sino que las guarderías sirvieron puré de brócoli y calabaza y macarrones con pollo. "No quisieron meter tomates triturados ni conservas por si acaso, pero aun así volvió a ocurrir", lamenta el portavoz del AMPA de la guardería coruñesa, quien desvela que "la directora y los profesores se portaron muy bien en todo momento".

José Vázquez denuncia también que el Consorcio se limita "a informar a los padres de los niños afectados", mientras que a los que no les han aparecido ronchas los mantiene al margen. "Hay niños a los que les aparecen y otros que no, pero todos queremos saber qué esta ocurriendo", sentencia, y critica el "secretismo" por parte de la Xunta, que "todavía no ha explicado que ocurrió con la palometa hace casi un mes".

Los técnicos de Sanidade se encargan ahora de analizar las muestras de comida y realizaron inspecciones en la sede de la empresa concesionaria de los servicios de cocina. Por tiempo indefinido, las guarderías, haya tenido casos o no, adquirirán los productos en comercios de proximidad.