Todas las Administraciones concuerdan en la necesidad de que punta Langosteira, para ser operativo, necesita el tren. Pero el puerto lleva cinco años en funcionamiento, la Autoridad Portuaria finalizó el proyecto constructivo en primavera de 2018 y aún no está claro cómo se va a financiar ni cuándo se hará. El pasado marzo, Adif cuestionaba el acuerdo para costear a partes iguales con Puertos del Estado la infraestructura, suscrito el año anterior por el Ministerio de Fomento. La presidenta del ente ferroviario, Isabel Pardo de Vera, señalaba ayer que la "decisión" sobre la financiación no le correspondía a ellos, sino a Puertos y al Puerto coruñés, y que no había nada "firmado". La incertidumbre recrece con el cierre de Meirama. Con la clausura de la central, la estimación del número de trenes que usarían la vía cae a más de la mitad. Puertos advierte que el nuevo contexto altera el esquema financiero previsto y tendrá que abordarse en una reunión con Adif.

Puertos del Estado, a preguntas de este periódico, indicó el miércoles que el fin de la actividad de Meirama "afecta de forma directa a la rentabilidad económico-financiera de la inversión en el acceso y, por tanto, al acuerdo de financiación". ¿En qué medida? "Todos los proyectos llevan aparejada una memoria económica en la que se incluye la variable de rentabilidad. En el caso de los puertos, una de esas variables se calcula en función de los tráficos previstos", relataban ayer las mismas fuentes.

En el acuerdo de financiación pendiente intervienen el propio Ministerio de Fomento, Puertos y Adif, los dos últimos dependientes del primero. En teoría, tres patas de una misma mesa, el Gobierno central. A la vista de las declaraciones de la presidenta de Adif, el ente ferroviario es el más reticente. Y Meirama acrecienta las dudas. ¿Si los ingresos para Adif descienden por el recorte de los trenes previstos, afecta a su aportación económica al enlace? ¿El fin de la central puede retrasar la inversión? "Todo eso es lo que tendrá que abordarse en la reunión con Adif", dice Puertos. La cuarta pata, el Puerto, no se pronuncia.

El estudio informativo del proyecto del tren, realizado en 2014, recoge diferentes horizontes de previsión de tráficos. Entre los tráficos "seguros" destaca el carbón que se iba a descargar en Langosteira con destino a Meirama. Preveía, en 2037, 2.313 trenes por sentido y año, de los que 1.360 corresponden al transporte a la ´térmica. El resto serían cereal y bioetanol a Abengoa y Coren. Añade una previsión de tráficos "posibles": 713 de granel sólido sin especificar, 400 trenes de madera a Finsa y 586 de carbón para la central térmica de Compostilla en el Bierzo, que también tiene previsto su cierre en junio de 2017. En toneladas, la previsión para Meirama es de 1,7 millones, un 70%, como había adelantado este diario.

Sobre la viabilidad del tren, el estudio concluye que el elevado nivel de inversión y "los reducidos ingresos de los cánones" impiden que se avale la "viabilidad del proyecto desde un punto de vista financiero" exclusivamente. Sin embargo, "al aplicar un análisis económico social complementario", se obtienen "mejores resultados, "por lo que el proyecto que financieramente se consideraba inviable, sin recurrir a programas de ayudas o subvenciones, se considera que generará beneficios desde una visión conjunta (financiera y económico social)".

Dicho estudio de viabilidad financiera se calcula sobre la inversión (150 millones de euros), los costes de explotación, los cánones que ingresaría Adif por acceso, reserva de capacidad y circulación; mientras que la evaluación económico-social calcula los ahorros de tiempos de viaje, impacto en el cambio climático, en el ruido, de operar de otro modo....