El fin de la actividad en la central térmica de Meirama no es excusa para dejar al puerto exterior sin conexión ferroviaria. A esta conclusión, entre la decepción y los reproches, llegan los grupos de la Corporación municipal la misma semana en la que Puertos del Estado ha reconocido públicamente que el cierre de Meirama, previsto para junio de 2020, afectará al tren a punta Langosteira, y que el organismo ferroviario Adif declarase, a través de su presidenta, que no hay todavía ni convenio ni compromiso firmado para la financiación del enlace ferroviario. Otras operaciones industriales en la dársena exterior y actividades como el transporte de graneles precisan de la operatividad del tren, destacan la mayoría de los grupos municipales.

"Es cierto que la clausura de Meirama afectará al tráfico de carbón, pero, ¿entonces para qué se construyó el puerto exterior? ¿No fue para concentrar los grandes tráficos portuarios? Sin tren a Langosteira, el puerto deja de ser de interés estratégico y su potencial queda rebajado a la mínima expresión", se pregunta y denuncia Francisco Jorquera, portavoz del BNG. "Se está utilizando un pretexto que se suma a otros retrasos en la infraestructura. Cuestionar la conexión es un insulto a la inteligencia", añade.

"Aunque se reduzca el transporte de carbón, el ferrocarril es básico para el traslado del resto de la actividad y el transporte de graneles que ahora se hace en los muelles interiores", secunda Marea Atlántica, que alerta de que "se pone en juego la futura liberación del borde litoral de la ciudad". "El Estado no puede lavarse las manos ahora", proclama el grupo municipal.

Al Estado mira también el Gobierno local, que espera de sus compañeros de Madrid que "tras las elecciones se comprometan a impulsar esta infraestructura junto a la Xunta". El cierre de Meirama no puede condicionar el transporte ferroviario a punta Langosteira, que "debe servir para todo tipo de industrias", señalan fuentes del grupo socialista, que se dirige también a la Autoridad Portuaria para reclamarle la diversificación de tráficos y la captación de nuevos operadoras. "Nos consta que está en esta línea, pero tiene que dar resultados", apunta.

El Gobierno estatal está también en el foco del grupo municipal del PP, que en su valoración de la afectación del cierre de Meirama a Langosteira esquiva su repercusión y se concentra en el ataque directo al presidente Pedro Sánchez. "Le da igual A Coruña y Galicia. El anuncio de la presidenta de Adif de desentenderse del tren al puerto exterior deja claro que el Gobierno de Sánchez es letal para nuestro puerto: nos discrimina respecto a Valencia a la hora de condonar la deuda, nos deja sin tren a Langosteira y cierra la central de Meirama. Sánchez ha metido en un cajón el acuerdo firmado por el presidente de la Xunta y el entonces ministro de Fomento del PP que concretaba fondos y plazos", denuncia la portavoz local, Beatriz Mato.

La edil de Ciudadanos, Mónica Martínez, reitera que el tren al puerto exterior es un elemento clave "en el objetivo de impulsar un corredor ferroviario atlántico". "Las nuevas actividades que gane el Puerto no se pueden ir a otros puertos de Europa. No hay excusas para que Langosteira no pueda ser un nudo de transportes como lo es Rotterdam", comenta.

Con la cierre de Meirama, la estimación del número de trenes que usarían la vía cae a más de la mitad. Puertos del Estado ha advertido de que el nuevo contexto altera el plan financiero previsto y tendrá que tratarse en una próxima reunión con Adif. La presidenta del administrador ferroviario, Isabel Pardo de Vera, recordó esta semana en A Coruña que es a Puertos al que le corresponde "decidir" sobre la inversión del tren a Langosteira, estimada en 150 millones de euros.