Los trabajadores de la planta de tratamiento de residuos de Nostián exigen al Gobierno local que se haga cargo de las instalaciones a partir del 1 de enero y mientras resuelve el concurso del nuevo contrato, que está previsto para finales de 2020.

"El Concello nos dice que tenemos todo su apoyo, pues que rescate la planta y que no ceda al chantaje de Albada, que los eche y la gestione directamente porque, como permita que el Consorcio se vaya a Sogama, después igual no quiere volver", relató ayer el presidente del comité de empresa, Julio Maceiras.

La empresa comunicará formalmente mañana a los trabajadores su decisión de aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a partir del 1 de enero. Esta medida afectará al 40% de la plantilla ya que Albada prevé que sus ingresos caerán en esa medida cuando cierren sus puertas a los camiones que recogen la basura de los ayuntamientos que forman parte del Consorcio As Mariñas.

La empresa tomó esta decisión después de que el Ayuntamiento le notificase que tiene que seguir haciéndose cargo de la gestión de la planta hasta que se adjudique el nuevo contrato y de que tiene que hacerlo en las mismas condiciones que venía prestando hasta ahora. El Concello entiende que eso implica que tiene la obligación de seguir prestando servicio al Consorcio, aunque la empresa dice que no, que su único compromiso es con A Coruña, que es la propietaria de las instalaciones y, por eso, inicia una etapa de "reducción de costes".

El 1 de enero cambiará una cosa más, que decae el convenio colectivo, ya que la cláusula de ultraactividad que tiene „para que siga vigente hasta que cualquiera de las dos partes denuncien„ se queda sin validez, ya que han pasado los dos años que establecía el texto para modificarlo, según informó ayer la empresa. Eso implica que mantendrá las tablas salariales pero que, para todo lo demás, los trabajadores se quedarán amparados por el convenio estatal de la limpieza viaria, que agrupa varios sectores, entre ellos, el de las personas que trabajan en plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos, como es el caso de los trabajadores de Nostián.

Con este cambio de convenio, los trabajadores que mantengan su trabajo en Nostián perderán algunos de los logros conseguidos durante sus años en la empresa, como las ventajas del fondo social, que les cubría algunos gastos, como el de ir al dentista. Contra estas decisiones, los trabajadores plantean varias medidas, como hacer movilizaciones y también, llegado el momento, ir a la huelga.

La empresa alega que, con la marcha de Arteixo, sus ingresos cayeron y que, actualmente, pierde 3,5 millones de euros al año, una cifra que prevé que aumente al solo prestar servicio a los camiones de la ciudad.

Albada acusa al Concello „primero con Marea Atlántica en la Alcaldía y, ahora, con el PSOE„ de esta situación "por su indefinición absoluta", ya que asegura que, para la empresa, es "imposible" realizar una "planificación financiera a corto o medio plazo". La concejal de Medio Ambiente, Esther Fontán, explicó el pasado viernes, que el Gobierno local apuesta por la continuidad del modelo de Nostián.

El Consorcio As Mariñas está a la espera de la decisión que tome A Coruña para decidir si, el 1 de enero, lleva o no sus residuos a Nostián, sabiendo que la empresa se negará a dejar entrar a sus camiones. Fuentes cercanas al conflicto abierto entre el Ayuntamiento y la adjudicataria de las instalaciones apuntan a que la empresa está obligada a cumplir la prórroga forzosa y el Concello a dejársela cumplir, pero que, si Albada viola los acuerdos del contrato, los escenarios de actuación cambiarán. "Me temo que esto no va a acabar en un apretón de manos", dijo Fontán el pasado viernes, cuando todavía Albada no había anunciado su intención de plantear un recorte de personal que afectará al 40% de la plantilla a partir del 1 de enero.