“Hace falta mucho valor para abrir una librería en tiempos en los que el libro está en recesión”, aseguró el escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte en la inauguración de la nueva sucursal de la librería Arenas, en la avenida de Oza. Fue el invitado de honor de la cita junto con el ex alcalde Francisco Vázquez, ambos viejos conocidos del gerente de la añeja librería, Manuel Arenas. La visita de Reverte, que firmó ayer ejemplares de su nueva novela, Sidi, en la sede del Cantón Pequeño, quedó conmemorada en una placa que luce ahora en el exterior de la librería. “Este lugar es una trinchera, y no quedan muchos”, señaló. Un reconocimiento al que se sumó Francisco Vázquez, uno de los primeros clientes de la librería, presente en todas las inauguraciones de cada sucursal que los Arenas iban abriendo. No olvidó al que en su día fue fundador de la saga familiar. “Fernando Arenas fue, más que un librero, un guía del lector. La librería es la casa donde miras, ojeas, revuelves”, apuntó. El dueño del local, Manuel Arenas, tuvo también a su padre en el recuerdo, en memoria del cual apostó por la continuidad del negocio. “Ojalá mi hijo mantenga el nombre de la librería Arenas”, comentó.