La plataforma Fóra casas de apostas da Coruña traslada su lucha a los centros educativos. Lo ha hecho en compañía de Agalure, la Asociación Gallega de Ludópatas Rehabilitados. Su auditorio, los alumnos del ciclo superior de Integración Social del centro Tomás Barros.

Representantes de ambas asociaciones se turnaron para exponer los motivos de su cruzada contra el juego, ante un público atento que no perdió la oportunidad de preguntar y debatir sobre el asunto. Uno de los representantes de Agalure se apoyó en su propio testimonio personal como ludópata rehabilitado para ilustrar la cuestión, de forma que los allí reunidos pudieran conocer de primera mano los peligros del abuso del juego. "Antes, el rango de edad de las personas que llegaban a la asociación estaba en torno a los 35 años, con seis años de latencia. Ahora, tienen entre 18 y 25 años y el período de latencia es de año y medio", advirtió el portavoz de la asociación.

El integrante de Agalure expuso otros casos de adicción que empiezan a volverse tristemente habituales a edades cada vez más tempranas, como el abuso de los videojuegos. Asimismo, instruyó a los estudiantes sobre el tipo de terapias que se ponen en marcha en la asociación para aquellos que se encomiendan a ellos para superar su problema. "Cuando uno asume que tiene un problema, es cuando se puede trabajar. Sino, no hay absolutamente nada que hacer", zanjó.

El de la edad temprana no fue el único dato preocupante que se arrojó ante la clase, repleta de jóvenes. "Una quinta parte de los menores apuesta y dos de cada tres progenitores lo sabe. No se hace nada porque está socializado", recalcó el portavoz.

Es una idea sobre la que incidió también el representante de Fóra casas de apostas da Coruña, Miguel García, que pidió a su auditorio que levantase la mano si había apostado alguna vez. "La mitad de vosotros habéis levantado la mano. Antes la gente evitaba reconocer que apostaba. Ahora se ve como algo normal", apuntó Miguel García. El representante de la plataforma insistió, entre las medidas prioritarias en la lucha contra el juego, en la necesidad de alejar los locales de apuestas de parques y centros de estudios, así como de fomentar un ocio alejado del consumo. "Es complicado luchar contra esto cuando futbolistas y figuras de la cultura urbana ponen su cara para publicitar el juego", apuntó.