La borrasca Cecilia castigó ayer la comarca coruñesa con decenas de incidencias en los municipios, la mayoría de ellas con los árboles como protagonistas. En parroquias de Culleredo, Oleiros, Bergondo, Cambre, Sada y Arteixo cayeron en la carretera o contra viviendas. En una de ellas, en Oleiros, un árbol echó abajo el muro de la parcela y dañó un coche. Los residentes habían alertado el año pasado al Concello del riesgo ante la posible caída del árbol en su propiedad.
El hielo creado por el frío en el interior dificultó el tráfico y en el ayuntamiento de Aranga se produjeron tres salidas de vía en la autovía A-6 sin heridos graves, aunque según fuentes sanitarias en un accidente ocurrido a las 11.55 tuvo que ser trasladado un hombre de 37 años al Hospital de A Coruña.
En Arteixo los árboles bloquearon viales en la carretera de Caión y de Carballo y las parroquias de Sorrizo, Monteagudo, Larín, Armentón y Charrín sufrieron las rachas más fuertes de viento. Algunos vecinos alertaron a los servicios de emergencia de la formación de un tornado en la zona, circunstancia que no se pudo comprobar.
En el municipio de Abegondo el vendaval derribó unos 100 metros del cierre de la Ciudad Deportiva del Dépor en un lateral, así como la malla de sombreado que impide seguir los entrenamientos del equipo.
