El número de extranjeros es superior al de españoles por primera vez en la historia del albergue de Padre Rubinos, que acoge a personas sin hogar y en riesgo de exclusión social. El director de la entidad benéfica, Jorge Sampedro, detalla que son, en su mayoría, "personas que solicitan protección internacional o asilo".

Fue el pasado octubre cuando el albergue registró, por primera vez, que el porcentaje de inmigrantes superaba el 50%. "Ahora estamos al 52%, cuando en 2016 los extranjeros suponían alrededor del 35%", explica.

Sampedro confirma que, como analizan los Servicios Sociales del Concello, ha aumentado la cifra de personas sin hogar que pasan la noche a la intemperie. "Lo hemos notado, sobre todo, desde enero. Ahora llevamos cinco meses al 100%", revela. Una situación que les lleva, en muchas ocasiones, a tener "problemas para dar solución a las personas que lo necesitan porque no hay plazas disponibles".

En determinados casos que la demanda supera a la oferta, Padre Rubinos oferta "el pago de un hostal" para que los afectados puedan dormir a cubierto. "Hacemos un gran esfuerzo, pero es una situación que nos causa mucha preocupación", reconoce, a la vez que añade que esta saturación se está registrando también "en el servicio de comedor" del que disponen.

Sampedro asegura que el número de personas que piden alojamiento en el albergue "fluctúa diariamente", aunque señala que cada vez hay más extranjeros. "Aumentaron sobre todo los marroquíes, argelinos, venezolanos y colombianos que buscan alternativas aquí porque en sus países de origen tienen dificultades", detalla.

Padre Rubinos también ha contabilizado un aumento de mujeres que solicitan sus servicios. "Lo normal es que alrededor del 15% sean mujeres, pero aquí llegamos al 20% porque tenemos programas específicos para ellas, aunque pocas plazas. En verano alcanzaron el 24%", recuerda, a la vez que aprecia una "demanda" de vivienda "muy importante" a la que considera que "hay que dar soluciones".