La Audiencia Provincial juzga el lunes a un hombre por un delito de malos tratos y lesiones. La Fiscalía pide para él diez años de prisión. Asegura en el escrito de acusación que el procesado arrancó de un mordisco un trozo de labio a la víctima después de que ella rompiese la relación que mantenían desde 2016.

Según describe el fiscal, "poco después del inicio de su vida en común" „con un hijo de él y dos hijas de ella, mayores de edad„, el acusado comenzó a "hacer gala de su carácter agresivo, celoso y controlador". El escrito del Ministerio público indica que "a diario" la insultaba con expresiones como "puta, zorra, gorda, me das asco" con "amagos de agredirla". La situación se prolongó hasta verano de 2018, cuando la víctima interpuso denuncia contra él. La noche anterior, "había ocurrido otro incidente" en el que "llegó a agarrarla del cuello, apretándoselo violentamente' y "golpearla". "Se produjo la ruptura definitiva" y el acusado abandonó el piso. Tres días después, tras intentar hablar con ella en la calle y marcharse, el acusado interceptó a la mujer y los hijos en uno de los rellanos de su edificio. El hijo de este se intentó interponer pero "fue apartado de un empujón" por el procesado que, "acto seguido" la agarró y "la mordió en el labio inferior y le arrancó dos tercios de este", lo escupió y huyó. Una hija lo recuperó y lo preservó en hielo, "lo que permitió su reimplantación".

El hombre tenía antecedentes, una sentencia firme en 2016 por otro delito de violencia de género y de lesiones a su anterior pareja. Lo habían condenado a 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Para la Fiscalía, los hechos son constitutivos de delitos de malos tratos agravado por la ejecución en el domicilio común, de lesiones de género y de lesiones causantes de deformidad, con agravantes de reincidencia y parentesco.