Biólogo, Doctor en Biotecnología Biomédic, divulgador científico, monologuista y " fofisano". Así se define Ricardo Moure, que hace muchos años fusionó sus dos pasiones, el teatro y la ciencia, para explicar, entre otras cosas, cómo afecta la obesidad al cerebro. Habla en primera persona, sin tapujos, y con la intención de concienciar a la sociedad para llevar una vida saludable. Hoy, a las 18.55 horas, da una charla en Palexco dentro del ciclo Abrente 2019. La alimentación y nutrición del futuro que organiza Cabreiroá.

¿Se puede encontrar humor en la ciencia?

Sí. Yo creo que se puede hacer humor de cualquier cosa. No sabría decir cómo lo hago, no tengo una fórmula. Lo importante es que hago divulgación.

Uno de los temas que analiza es la obesidad, ¿por qué lo eligió?

Trabajé investigando sobre obesidad y buscando nuevos tratamientos para estas patologías. Casi todos mis monólogos se centran en eso. Lo hago un poco de forma autobiográfica. Casi siempre he sido obeso, aunque ahora soy fofisano. Es una forma de empatizar y de que nadie lo vea como algo ofensivo.

¿Qué dificultades ha encontrado en esa etapa?

La obesidad afecta mucho al cerebro y lo altera de forma que sea más difícil adelgazar. Hay gente que cree que es por no tener fuerza de voluntad, pero en realidad es una situación muy compleja a nivel fisiológico, como también psicológico y social.

¿Cómo va a evolucionar la obesidad en nuestra sociedad?

Vamos a peor. Los casos de obesidad y sobrepeso han aumentado muchísimo. De hecho se calcula que para 2030 aproximadamente el 65% de las mujeres y el 80% de los hombres tendrán sobrepeso u obesidad. Esto supone una disminución importante de la calidad de vida, de la esperanza de vida de la gente y también un gasto público muy importante. La obesidad está muy cerca de las cifras de dinero que cuesta al sistema de salud el tabaco o el alcohol. Es la madre de un montón de enfermedades, como diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares y cáncer.

Es curioso que exista ese incremento en un momento en el que se insiste en la importancia de seguir una alimentación saludable.

Por un lado, sí, estamos en un momento de concienciación pero es relativamente reciente. Además, en alimentación hay mucha desinformación. Se ha puesto de moda lo de la vida sana pero de una forma muy comercial y muy poco aplicada a la salud. Hablas de comer sano y mucha gente te habla de productos eco o bio. Pero eso no es una alimentación saludable, hay que seguir un patrón dietético con alimentos buenos para la salud, que no tienen que ser ni eco ni bio, tienen que tener un balance de nutrientes adecuado. Se ponen muy de moda alimentos concretos, como el aguacate, y todos a comer aguacate. Pero no es así. La gente tiene muy poca cultura de la nutrición.

Pero hay quien defiende que no pasa nada por tener kilos de más.

Vale, sí, pero sería mucho mejor no tenerlos porque hay una relación entre tener sobrepeso y la disminución de la esperanza de vida. También digo que si alguien no está en su peso, que la sociedad le deje tranquilo. Tampoco vas por la calle y le dices a alguien que deje de fumar. La gente, muchas veces, se cree con derecho a juzgar a los obesos y a darles consejos. Y no, que cada uno haga lo que quiera. Tenemos que preocuparnos más por prevenir.

¿Sobre todo a los niños?

Sí. Cuando yo era pequeño, no había mucha conciencia del problema que supone la obesidad y la gente pensaba que si un niño estaba gordito era porque estaba sanote. Ahora ya sabemos que la obesidad en un niño es un problema porque es muy probable que se convierta en un adulto obeso, por el metabolismo y los hábitos. Somos más conscientes pero curiosamente hay más niños obesos que antes. Es un problemón.

¿A qué lo atribuye?

Supongo que se debe a un cambio en los hábitos de vida y también a una cuestión socioeconómica. El principal factor de riesgo para desarrollar obesidad y problemas cardiovasculares es la pobreza. La obesidad es una enfermedad de los pobres de los países ricos. Hay de todo, pero entre la gente con menos ingresos hay muchísima más obesidad.