La paralización del concurso municipal del servicio de recogida de residuos no solo bloquea la introducción de las mejoras previstas en esta actividad, sino que también impide que se instalen en las calles de la ciudad los 11.000 nuevos contenedores que el Concello había previsto para retirar todos los actuales. Los camiones de la empresa Cespa, que sigue prestando el servicio de forma provisional mientras no se adjudica el nuevo contrato, son incapaces de manipular los nuevos contenedores que deben proporcionar Valoriza Servicios Medioambientales y Arias Infraestructuras, ganadoras del concurso para aportar estos recipientes y encargarse de su mantenimiento. La alcaldesa, Inés Rey, anunció ayer sin embargo que el 1 de febrero podrán comenzar a instalarse los nuevos contenedores.

Los servicios jurídicos municipales deben decidir si puede adjudicarse el contrato de la recogida a una de las ofertas presentadas o si se opta por volver a convocarse el concurso. En el primero de los casos la adjudicación se realizaría de forma inmediata, aunque con el riesgo de que una de las concursantes lleve su reclamación a los tribunales. El segundo caso supondría demorar la entrada en vigor de este contrato durante al menos seis meses si no se presentan recursos, y también el de los contenedores, ante la imposibilidad de que los camiones disponibles ahora utilicen los que deben suministrarse ahora.

Dirigentes del Sindicato de Traballadores da Limpeza, mayoritario entre la plantilla de la recogida de la basura, se reunirán precisamente el lunes con la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, para comunicar la persistencia de problemas con los vehículos que emplean, que sufren numerosas averías a causa de su antigüedad.

El contrato de la basura se licitó mediante dos concursos diferentes, uno para la retirada y transporte de los desechos y otro para suministrar los nuevos contenedores, de características diferentes a los actuales. Este último se adjudicó sin problemas el pasado 6 de agosto y, tras completar la tramitación necesaria, está ya listo para su puesta en marcha.

La adjudicataria dispone, según el concurso, de un plazo de seis meses para proporcionar los contenedores, pero aunque dispusiera en este momento de ellos no podría distribuirlos por la ciudad, ya que Cespa no dispone de vehículos que puedan vaciarlos.

El contrato de la recogida de la basura se adjudicó el mismo día que el de los recipientes y tuvo a las compañías FCC e Ingeser Atlántica como ganadoras al ser las mejor puntuadas, pero el recurso presentado por otra de las concursantes llevó al Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia a anular esa resolución municipal al considerar que su oferta vulneraba el pliego de condiciones del concurso. Las dos compañías incluyeron en su propuesta la ubicación del parque de maquinaria del servicio en una parcela en la que la normativa urbanística no solo prohíbe las instalaciones de este tipo, sino que también considera ilegal la nave industrial existente ahora.

Pese a que el anterior Gobierno local autorizó a estas concursantes a presentar la oferta en estas condiciones a la espera de una posible legalización de los terrenos antes de la puesta en marcha del contrato, el Tribunal Administrativo de Contratación Pública rechazó esta posibilidad al apreciar que el propio Concello admitió la imposibilidad de autorizar el parque de maquinaria en ese lugar. La anulación de la adjudicación a FCC e Ingeser Atlántica obligaba a que la segunda oferta mejor puntuada, la de Copasa con Geseco y Setec Building, se hiciera con el contrato, pero el recurso de otra concursante impide de nuevo poner punto final al proceso.

La tercera clasificada, Cespa, anterior concesionaria del servicio y prestadora del mismo de forma provisional desde enero de 2017 ante el retraso en la convocatoria del concurso, reclamó que la propuesta liderada por Copasa incluye la utilización de camiones para la recogida de residuos en las calles del centro de la ciudad con una capacidad superior a la establecida en el concurso, que era de solo tres metros cúbicos debido a estrechez de las vías por las que deben circular.

Pero durante el concurso, Copasa había solicitado al Concello autorización para incluir vehículos de mayor capacidad en su oferta, ya que consideraba que con los de menor tamaño no era posible recoger los residuos en el horario marcado. Al analizar el recurso de Cespa, el Tribunal de Contratación recibió alegaciones de Copasa que se refieren a aspectos técnicos no analizados por la mesa de contratación municipal, por lo que ordenó que sea este órgano el que analice esas cuestiones. Mientras se produce la resolución municipal, los nuevos contenedores no podrán utilizarse y los actuales, con bastantes años ya de uso, continuarán en las calles coruñesas.