El Gobierno local analiza la posibilidad de gestionar de forma directa el polideportivo de San Diego y el campo de golf de la Torre, los dos únicos de propiedad municipal administrados por una empresa privada en régimen de concesión. Así se lo informa al grupo municipal de Marea Atlántica en respuesta a sendas preguntas sobre el futuro de estas instalaciones, ambas explotadas en la actualidad por la empresa Supera. La primera de ellas terminará su concesión el próximo mes de mayo, mientras que la segunda terminó su contrato en julio de 2017 y la concesionaria continúa al frente de ella hasta que se convoque un nuevo concurso o se tome una decisión diferente sobre su gestión.

Marea solicitaba saber las fechas en las que caducan esas concesiones y los planes del Gobierno local en torno a los dos recintos, a lo que se contestó que "se están estudiando distintas posibilidades". Este grupo político preguntó también si el Ejecutivo se planteaba municipalizar la gestión de ambas instalaciones, lo que recibió como respuesta que "es una de las opciones".

El resto de las instalaciones deportivas del Concello están dirigidas por personal municipal, aunque se contrata a diferentes compañías para llevar a cabo diferentes tareas como la vigilancia o la limpieza, al igual que en otras dependencias del Ayuntamiento. En esa situación se encuentran la Ciudad Deportiva de A Torre, los campos de fútbol de A Zapateira, San Pedro de Visma, antigua Leyma, A Grela y Eirís, el complejo deportivo de la fábrica de armas, el frontón largo de Riazor, el Palacio de los Deportes de Riazor y los polideportivas de Riazor, Labañou, Os Rosales, Novo Mesoiro, Sagrada Familia, Barrio de las Flores y San Francisco Javier.

La única excepción a esta norma es el complejo de la Casa del Agua, gestionado por la empresa Termaria, aunque esta concesión no es del propio Concello, sino de la empresa municipal Emalcsa.

La municipalización de la gestión de San Diego y el campo de golf seguiría la senda abierta en el pasado mandato por Marea Atlántica, que descartó que el polideportivo de O Castrillón fuese explotado por una empresa privada, como había proyectado el Gobierno local del Partido Popular.

Para poner en marcha ese recinto se firmó un convenio con el grupo Gadisa, que construyó el edificio en una parcela municipal a cambio de instalar en la planta baja un supermercado, mientras que el equipamiento deportivo debía ser instalado por la empresa que posteriormente gestionara el complejo tras la convocatoria de un concurso.

La llegada de Marea Atlántica al Ejecutivo local alteró los planes establecidos ya que se decidió que el polideportivo fuese gestionado por la Empresa Municipal de Vivenda, Servizos e Actividades (Emvsa), que se encargará de dotar al recinto de las instalaciones deportivas necesarias mediante una inversión de 2,5 millones de euros. El polideportivo, que dispondrá de una piscina cubierta de 25 metros de longitud, es una reivindicación histórica de los vecinos de O Castrillón, que incluso recogieron firmas para exigir que su gestión fuese pública y no mediante una concesión.

La decisión tomada por Marea Atlántica con este complejo formaba parte de su política sobre las instalaciones y servicios municipales, en las que defendía la gestión directa por el Concello, para lo que planteó la recuperación de esa fórmula en aquellas que concluyeran sus concesiones, como las cinco bibliotecas que finalizaron el contrato mediante el que eran dirigidas por una empresa.

El anterior Gobierno local propuso que fuesen gestionadas por la empresa municipal Emvsa, pero las dudas expresadas por el interventor a esta iniciativa hicieron que la oposición la rechazara en el pleno, lo que impidió llevarla adelante.

Instalaciones de la Xunta

A Coruña cuenta, además de las municipales, con instalaciones deportivas públicas que no son gestionadas por el Concello, sino por una empresa privada mediante una concesión de la Xunta, su propietaria. Se trata de los complejos del Agra do Orzán, Elviña y A Sardiñeira, cuya concesionaria acordó con el Gobierno gallego la finalización del contrato, por lo que el anterior Gobierno local propuso al autonómico que se los transfiriera, aunque este ya ha iniciado los trámites para convocar un concurso.

A estos recintos se suman los polideportivos pertenecientes a centros educativos, denominados Agra II, Monte das Moas, Elviña II y Monte Alto, que son usados por los alumnos de los institutos y colegios junto a los que se encuentran, pero que también albergan competiciones y actividades al margen de las escolares.