La Policía Local paralizó esta mañana la limpieza de las pintadas antifranquistas que aparecieron la semana pasada en la Casa CornideCasa Cornide, propiedad de la familia del dictador Francisco Franco. Según fuentes municipales, la operación se estaba realizando sin la documentación legalmente necesaria para asegurar que no se dañase el edificio.

La Casa Cornide posee el máximo nivel de protección monumental, en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del casco histórico coruñés. Para hacer cualquier intervención en el edificio es preciso, además del permiso o declaración responsable común a todas las construcciones, de una licencia adicional validada por Patrimonio en la que se fijen los medios y materiales que se empleen, para evitar que sean "perjudiciales para la estructura".

Los operarios comenzaron la limpieza a primera hora. En torno a las 09.15 horas, un vecino llamó al Ayuntamiento para advertir de los trabajos, en los que se estaba utilizando agua y arenisca a presión para eliminar la pintura. Media hora después, la Policía Local intervino y le pidió a los trabajadores la documentación preceptiva, pero estos no disponían de ella. Los agentes "paralizaron la actuación", informaron fuentes del Gobierno local.

Según el Ayuntamiento, la familia Franco dispone ahora de un plazo para presentar los documentos, en caso de que existan. Si no es así, señala la misma fuente, "serán sancionados". Los abogados de la familia contestaron a este medio que "se solicitará la licencia, si es preceptiva y se continuará limpiando". El Ayuntamiento envió técnicos para evaluar los posibles daños en la fachada. Por el momento el Concello todavía no dispone de las conclusiones del informe pericial.

Mensajes antifranquistas

Las pintadas aparecieron el pasado miércoles 20 de noviembre, el 44º aniversario de la muerte de Francisco Franco, y engloban mensajes contra su figura y contra la propiedad del edificio por parte de su familia.

La Casa Cornide, construida en el siglo XVIII, pertenecía al municipio coruñés hasta 1962, cuando la adquirió en subasta pública el empresario Pedro Barrié de la Maza. Posteriormente la transfirió a Carmen Polo, esposa de Franco. La propiedad permanece desde entonces en la familia.

La devolución del edificio al Ayuntamiento ha sido reclamada por colectivos sociales y partidos políticos de la ciudad. El pasado mes de septiembre el pleno municipal coruñés aprobó por unanimidad una moción del BNG que propone acudir a los tribunales para recuperar su titularidad pública. El Concello ha encargado un informe para que el edificio sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC).