La magistrada del Juzgado de Instrucción número 7, encargada de investigar el caso de la Primitiva millonaria que todavía no tiene dueño, ha llamado a declarar a cuatro altos cargos de Loterías, para que ofrezcan su versión de los hechos. El viernes, serán el lotero de San Agustín, Manuel Eugenio Reija, que dijo haber encontrado el resguardo premiado en su administración y también a su hermano, Miguel Reija, que es delegado de Loterías en la provincia de A Coruña, los que tendrán que comparecer ante la instructora del caso.

La jueza llama a declarar a José Miguel Martínez Martínez que, en 2012, era presidente de Loterías y Apuestas del Estado, pero que ahora ya no ostenta ese cargo ni aparece en el organigrama que la entidad tiene colgado en su página web. También a Juan Antonio Gallardo López, para entonces director de negocio de la Sociedad Española de Loterías y Apuestas del Estado (Selae) y ahora desaparecido en la estructura directiva, cuando menos, en su web; a Joaquín Argudo Carreño, entonces jefe del servicio de control de premios e invendidos y que, en el esquema actual aparece en el departamento de Lotería Nacional —que depende de la subdirección de comercialización de juegos— y, por último, a José Manuel Martínez Ortiz del Pozo, entonces director de producción de sistemas técnicos de Loterías del Estado y que consta en el organigrama actualizado en el puesto de subdirector de operaciones.

Los cuatro directivos han sido convocados el 17 de enero, por la mañana, a comparecer por videoconferencia ante la instructura coruñesa, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Las investigaciones policiales concluyen que Loterías encubrió al lotero de San Agustín y a su hermano para que pudiesen hacerse con el premio de 4,72 millones de euros que pertenecía a un cliente que había hecho una apuesta automática en la administración de Carrefour y que fue a cobrarla a Pontejos, sin recibir su premio.