La orden de demolición del esqueleto de A Fontenova, en el número 376 de la avenida de Finisterre, se encuentra paralizada por una demanda de la Sareb, que presentó el pasado septiembre para impedir el derribo. Será ahora un juez el que decida el futuro de esta estructura en forma de herradura.

La sociedad encargada de gestionar el patrimonio inmobiliario procedente de la reestructuración bancaria puso a la venta este edificio inacabado en mayo de 2016, pero ya no aparece en su lista de ofertas en su página web, a pesar de su intención de que no se derribe.

El esqueleto permanece intacto desde 2012, con solo un 25% de la obra completado. Las obras de este edificio, y otro gemelo a su lado, entre Cances y el polígono de A Grela, fueron iniciadas por la liquidada promotora Teconsa. El proyecto era ambicioso: 3.855 metros cuadrados, 134 pisos, 240 plazas de aparcamiento, 134 trasteros y dos locales. El parón tuvo consecuencias para los más de 50 compradores que habían entregado la entrada para adquirir un piso en la promoción.

La estructura de hormigón de ocho pisos se encuentra rodeada de vallas metálicas. Una vecina de la zona compartió en redes sociales una imagen del edificio y el obstáculo que el vallado supone para los peatones, pues ocupa la acera. El Concello deberá esperar a la resolución judicial para actuar, ya que las vallas también está incluidas en la demolición „un expediente que se abrió en junio de 2018„, por lo que no se pueden retirar.

El edificio de A Fontenova gemelo a este, que ocupa el número 380 de la avenida de Finisterre, está prácticamente acabado. En 2012 fue okupado por vecinos desalojados del poblado chabolista de Penamoa, que se instalaron en su interior de forma ilegal durante un mes, hasta que la juez ordenó a la policía que los echase.

En cuestión de días, los okupas abandonaron la construcción de A Silva por orden policial y la insistencia de la asociación de O Ventorrillo, que ya había avisado del traslado del poblado de infraviviendas, contra el que luchó durante años, a este edificio sin inquilinos.

El caso de plaza de España

Cuando la Sareb anunció la venta de estas dos promociones gemelas, ofertó también un solar en la plaza de España, que ocupaba los números 29, 30 y 31. Los inmuebles allí situados estuvieron diez años cubiertos con andamios y otros dos vacíos tras su demolición, pero actualmente ya luce su nueva fachada, un edificio de nueve viviendas y un bajo comercial. La obra fue desarrollada, desde 2017, por la inmobiliaria Altamira por encargo de la Sareb. Mientras, los edificios de A Fontenova continúan, intactos, a la espera.