Con un papel que se convierte en nieve en las manos del mago Román García, con Papá Noel llevándose, sin que nadie pueda verlo, aunque sí sentir los cascabeles de su trineo, las cartas de los más pequeños de una urna suspendida por un globo gigante y con los dedos de Iago Lema dándole a un interruptor, se encendió ayer la Navidad en la ciudad, aunque la plaza de María Pita no se llenó de luz y de color, ya que el video mapping que se proyectó en la fachada del Ayuntamiento, desde las siete de la tarde, obligaba a que la piedra estuviese limpia para que la proyección pudiese verse nítida, sin más tropiezos que las ventanas, el reloj, los balcones y las torres. Poco antes de las 20.00 horas, el pequeño Iago Lema, de tres años, cuyo dibujo fue elegido al azar por la alcaldesa, Inés Rey, pulsó el botón que daba por inaugurada la época navideña en la ciudad e iluminó los 2,6 millones de puntos de luz instalados en las calles.

El Concello mandó ayer un mensaje de apoyo al pequeño comercio con el video mapping que se proyectó en el Concello y que hoy se podrá ver también cada hora en punto entre las 20.00 horas y las 23.00 h. Es la historia de la pequeña Sabela, a la que su padre le dice que puede conseguir todo lo que se proponga, si lo desea con todas sus fuerzas.

Sabiéndose poseedora de ese gran poder, la niña decide utilizarlo para cambiar la realidad de una de las calles de su barrio. Entonces sin luces y con una juguetería con productos polvorientos y, tras su paso y su empezó, con luces, color y niños tan pequeños como ella, consumiendo en las tiendas de proximidad.