La campaña municipal contra la doble fila y las elevadas cifras de incidencias por mal aparcamiento y de multas registradas por los policías locales y las cámaras de vigilancia en calles céntricas de la ciudad no han conseguido disuadir a los conductores de cometer infracciones. Han pasado casi dos meses desde que el Concello pusiera en marcha, el 7 de octubre, su guerra contra la doble fila, inquietud que enfatizó la alcaldesa, Inés Rey, al anunciar la campaña. Los primeros balances dados a conocer por la Policía Local ofrecen números preocupantes: más de 4.200 incidencias de estacionamiento indebido recogidas por las cámaras en el centro urbano del 1 al 20 de noviembre, lo que equivale a 210 sanciones al día. Pero esas mismas calles „y muchas otras en la ciudad„ están a diario ocupadas por vehículos que repiten las mismas infracciones.

Basta con recorrer las tres calles no peatonales de la plaza de Lugo para comprobar que la doble fila sigue siendo una mala costumbre. Ocurre lo mismo en Juan Flórez, el punto crítico de la infracción con 160 multas en un solo día, en Médico Rodríguez, y en la ronda de Outeiro. En estas calles estuvieron operativas el mes pasado las cámaras de vigilancia, además de en San Andrés, Donantes de Sangre, Calvo Sotelo y Fernando Macías. Este conjunto de calles sumaron 4.206 incidencias por mal aparcamiento en solo 20 días de noviembre.

Pero la doble fila se produce también en Os Mallos, en especial en calles por las que circula el bus urbano, como Capitán Juan Varela y Oidor Gregorio Tovar; o en Monte Alto, en calles como Parque, Santa Teresa e incluso alrededor de la comisaría del 092.

Unos 80 agentes repartidos por turnos participan desde octubre en la campaña contra el mal aparcamiento. A pie, en coche patrulla o en bicicleta registran las incidencias y advierten a infractores de sus irregularidades o las recogen en partes policiales. En la primera semana impusieron 300 sanciones, según informó el Ayuntamiento.

Desde los primeros días, tanto los taxistas como los conductores del bus urbano apreciaron que los vehículos estaban siendo más prudentes a la hora de aparcar en un lugar indebido, aunque advertían también de que las infracciones se repetían. Los profesionales de la conducción coincidían en señalar que la campaña del Concello debe durar para asentar mejores hábitos en los conductores.