La actividad inmobiliaria en la ciudad a lo largo de 2018 mantuvo el bajo índice de nueva edificación de los nueve años anteriores, aunque disparó la rehabilitación de inmuebles hasta niveles nunca alcanzados en los últimos 18 años. Lo que reflejan los datos oficiales del Instituto Galego de Estatística (IGE) es que el año pasado el Ayuntamiento otorgó la cifra más elevada de licencias de obra de la última década, un total de 101, un 65% más que el año anterior, cuando despachó 61 permisos. Pero de ese centenar de licencias solo nueve fueron para la construcción de un nuevo edificio, la misma cantidad que en 2017 y solo una más que en 2016; el resto, 91, fueron autorizaciones para rehabilitaciones (un 75% más en un año), y además se demolió un inmueble.

El repunte en el número de licencias de obra supone un dato "esperanzador" para el sector de la construcción en la ciudad, en opinión del presidente de la delegación coruñesa del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), Roberto Costas, pese a que considera que todavía "hay pocas ganas de aventura con la obra nueva".

El mismo dato, esos 101 permisos de obra, transmite el mismo recelo que en los últimos años a la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco). Su secretario general, Juan José Yáñez, muy crítico con el Gobierno local anterior "por no ser partidario de promover nuevas viviendas", demanda, al igual que Costas, una "mejor gestión del suelo" para que aumente la actividad inmobiliaria en el municipio, aunque vaticina "un repunte" que tendrá continuidad.

El centenar de licencias representa el mejor aumento interanual desde 2016, pero en aquel año los permisos concedidos por el Ayuntamiento fueron 64. En términos numéricos, el dato ofrece el panorama más optimista de los últimos diez años, cuando la crisis económica y sus repercusiones en el sector causaron un descenso muy acusado en la construcción, hasta el punto de que en 2011, 2014 y 2015 se levantaron solo siete, cinco y un edificios, respectivamente.

Lejos quedan los años de la primera década del siglo XXI, en los que el Gobierno socialista llegaba a autorizar más de 300 obras y se construían hasta 184 nuevos inmuebles, como ocurrió en 2000. En aquella época la nueva planta superaba con claridad a la rehabilitación de edificios, que entre 2000 y 2008 se movió entre las 18 y las 72 licencias.

Las obras para reformar el estado de inmuebles deteriorados cayeron a cotas muy bajas entre 2009 y 2013, hasta el punto de que no se dieron permisos en dos de esos años. En la última parte del mandato del PP y después con el Ejecutivo de Marea Atlántica el Concello fue elevando el número de licencias de rehabilitación, que pasaron de 24 a 91 entre 2014 y 2018. De las otorgadas en este último año, 82 son para la mejora del estado de edificios residenciales „la cifra más alta en lo que va de siglo„ y las nueve restantes para locales, también la cantidad más elevada desde 2001.

"Construcción y rehabilitación no son incompatibles, aunque el Gobierno anterior apostaba por la segunda y no quería que hubiera la primera. Y hay que tener en cuenta que la rehabilitación, en muchos casos, afecta a algunas viviendas y no a edificios completos", señala Yáñez. El también gerente de Aproinco advierte no obstante un "cambio de talante" en el Gobierno socialista con respecto a la construcción: "El espíritu de transparencia y de agilidad es distinto, tanto en rehabilitación como en nueva edificación, lo que debe repercutir en la creación de nuevos barrios y en la mejora de barrios antiguos".

La "corrección en el rumbo" también la advierte el Colegio de Arquitectos. "Estamos saliendo lentamente de la parálisis, aunque veamos aún poca grúa en las calles. Siento ser crítico con el Gobierno anterior, pero es que había desconfianza en los promotores y eso ha hecho daño al municipio en comparación con los de la comarca", lamenta el presidente de la delegación coruñesa del COAG.

Costas y Yáñez aluden a la preferencia del sector inmobiliario por ayuntamientos limítrofes en los últimos años. Oleiros, con A Coruña, fue el líder en la comarca en licencias para construir. El municipio vecino otorgó 64 el año pasado, solo por detrás del ayuntamiento coruñés con 101, y con mayor preferencia por la obra nueva, con 46 permisos, frente a la rehabilitación. Ello supondrá la construcción de 131 viviendas, el dato más elevado tras los 149 pisos que se levantará en la ciudad. Según datos del IGE, Oleiros construyó más viviendas que A Coruña en cifras absolutas en los últimos cuatro años, 292 frente a 218.