"Jarro de agua fría" entre los afectados por el desarrollo del parque ofimático y el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, que les informó ayer de que, en los próximos días, recibirán una cuota más de los gastos generados por la urbanización del polígono de viviendas y que vendrá con recargo. Fuentes municipales indicaron ayer que los recibos llegarán a las casas de los afectados por vía de apremio, a pesar de que los vecinos consideran las cantidades que se les piden "inasumibles".

El edil se ofreció a estudiar cada caso "individualizadamente" para facilitar el pago, pero anunció que los recibos seguirán llegando a sus viviendas „estaban paralizados desde 2015, aunque Marea los desbloqueó el 5 de junio de este año„ al menos, dos más, y lo harán "cuanto antes", para no generar más intereses. Eso implica que, en algunos casos, según indicaron ayer fuentes municipales, los afectados por la construcción del ofimático podrán hacer frente a las cuotas de urbanización con su patrimonio personal o valiéndose del fraccionamiento del pago, dependiendo de la cantidad que adeuden y de su situación tanto económica como social.

Estos vecinos fueron incluidos en el desarrollo del polígono y se negaron a abandonar sus viviendas, de modo que se convirtieron en promotores, con derechos de edificabilidad en el nuevo parque, pero también con la obligación de pagar unas cuotas de urbanización que pueden llegar a los 60.000 euros cada una y que se ven ahora incrementadas por los intereses en un 20%. Hay familias que han pedido créditos para poder hacerles frente y otras que no tienen ya medios para ello.

Sobre la mesa se puso ayer la vía de que el Concello embargue por impago a los vecinos afectados sus parcelas en el ofimático y que resten de ahí el dinero que tendrían que haber abonado por los gastos de urbanización y que, después, el Ayuntamiento saque a subasta esos solares.

Villoslada indicó ayer que sería un embargo como los que se hacen por otras deudas contraídas con la Hacienda local. Con estas propiedades embargadas, el Concello podría sacarlas a subasta para conseguir liquidez y, de ese modo, cancelar la deuda de algunos de los vecinos de Elviña, aunque, según aclararon fuentes municipales, no se aplicará en todos los casos.

"Si debes 100.000 euros y en la subasta solo consiguen 90.000 euros, puede que te quedes sin parcela y con una deuda de 10.000 euros y que ellos le den el terreno a sus amigos, a los de siempre", explicaba ayer una de las afectadas y miembro del colectivo Elviña Non se Vende, Pilar Santiago.

Fuentes del Gobierno local, preguntadas ayer por este procedimiento, indicaron que sería "a largo plazo", pero que es una vía más de recaudación por deudas tributarias. Sobre la desafectación de las viviendas de la margen derecha de la avenida Alfonso Molina, el concejal ofreció la misma explicación que en ocasiones anteriores, que no se cambiaría el plan general para desembarazarlos del polígono, pero que el Concello no continuaría la expansión de las viviendas a este lado de Lavedra.

"Nos dicen que hay otras alternativas, pero que nos olvidemos de que cambien el plan para sacarnos del ofimático", recordó ayer Santiago. El colectivo Elviña Non se Vende le hará llegar esta información a Marea Atlántica y BNG que, en sus acuerdos para darle su apoyo al PSOE y poner en marcha la legislatura, incluían puntos sobre el futuro de los vecinos afectados por el desarrollo del ofimático. En ambos casos solicitaban, durante el primer año de mandato, la "desafectación" de estos vecinos o bien alternativas consensuadas con los residentes de San Vicente de Elviña para evitar que sigan involucrados en el desarrollo del polígono de viviendas.

A pesar de este "revés", los vecinos afectados no se rinden, aseguran que seguirán luchando por quedarse en sus casas, los que todavía la conservan, ya que, en tantos años, el polígono se llevó muchas viviendas por delante, entre ellas, la de Álvaro Corral, hace cinco años, para unas obras que se anunciaron como inminentes y que no están ahora sobre la mesa, por encontrarse del otro lado de la avenida. Para él, el colectivo pide la restitución de su casa.