El Plan Municipal de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales señala que San Pedro de Visma tiene una alta actividad incendiaria. En el periodo de 2008 a 2017 se registraron en la zona 77 fuegos con 74,57 hectáreas de superficie quemada, de sus 1.407,14 hectáreas totales. Tras la aprobación de la ley autonómica de emergencias, los concellos han de realizar planes contra los incendios forestales e integrarlos en sus planes de emergencias en un plazo máximo de cinco años.

El objetivo es paliar los fuegos realizando intervenciones en las zonas arboladas cercanas a las casas, en algunos casos, eliminando algunos de los ejemplares plantados, en otras, con la puesta en marcha de cortafuegos y de franjas de seguridad.

En el borrador del plan municipal consta también que San Vicente de Elviña es la segunda parroquia con más incendios en el periodo 2008-2017; en total, 34, con 19,43 hectáreas arrasadas por el fuego. Le sigue San Cristóbal das Viñas, con trece fuegos y 10,01 hectáreas afectadas, según los datos aportados por la Consellería do Medio Rural. El peor año fue 2011, con 22 incendios registrados, de los que, diez se desarrollaron en San Pedro de Visma, el año anterior, fueron quince, de un total de 21 en toda la ciudad.

En las parroquias que, como Visma, cuentan con la categoría de alta actividad incendiaria, el plan municipal establece que "se realizará un seguimiento exhaustivo de cualquier actividad incluida en el territorio y se intensificarán las actuaciones de vigilancia y disuasión".

San Pedro de Visma es la única parroquia de la ciudad que se incluyó en el convenio firmado por la Xunta, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) en abril, para facilitar la tala de árboles en las franjas de seguridad para evitar fuegos en la zona. Si los propietarios de los terrenos afectados por la elaboración de estas zonas de seguridad son conocidos por la Administración y si se incorporan al sistema público, a través de un contrato de gestión, la empresa Seaga les limpia el terreno por 350 euros por hectárea, a cargo de sus dueños.

Estas franjas de seguridad están establecidas ya en la ley autonómica; las secundarias "poseen la función prioritaria de protección de los núcleos poblacionales, de las infraestructuras, de las equipaciones sociales, de las zonas edificadas, de los parques y de los polígonos industriales", y en ellas, los propietarios han de retirar de sus terrenos especies como eucaliptos, tojos, retamas o helechos en una franja de seguridad de 50 metros alrededor de los suelos urbanos, de núcleo rural y urbanizable. Esta norma obliga también a retirar algunos árboles que estén alrededor de las edificaciones destinadas a las personas, de las viviendas aisladas, las urbanizaciones, los depósitos de basura, los campings, las gasolineras y parques, las instalaciones industriales situadas a menos de 400 metros de monte y los alrededores de las edificaciones aisladas destinadas a las personas en suelo rústico situadas a más de 400 metros del monte.