El Gobierno local ordenó desde octubre a más de una decena de salas de apuestas de la ciudad que cesasen su actividad por carecer de permiso municipal. La orden de cierre responde a la intención del Ejecutivo de poner coto a la realización de apuestas u otras actividades vinculadas al juego de forma irregularjuego , especialmente en edificios municipales. Casi dos meses después, la mayoría de esos locales han vuelto a abrir tras haber presentado la correspondiente autorización autonómica que antes no habían acreditado y que sí les permite desarrollar el negocio. Solo dos de la treintena que hay en la ciudad permanecen temporalmente cerradas.

Una inspección municipal a estos establecimientos dio como resultado el descubrimiento de que algunas salas ejercían su actividad tras haber abierto solamente con una comunicación previa municipal, pero no con la licencia del Concello y sin haber presentado la autorización de la Xunta, según explican fuentes municipales. Cuando estos locales cerraron en octubre por imperativo del Ayuntamiento no tardaron en actualizar su situación, tramitar los permisos obligatorios y acreditar la licencia autonómica con la que ya contaban pero no habían utilizado al empezar la actividad, añaden las fuentes consultadas.

Cumplir estos pasos sí permite a las salas disponer del permiso otorgado por el área de Urbanismo, que en ningún caso puede concederlo si la empresa carece de la autorización de la administración gallega, que es la que tiene competencias para regular la actividad. Los dos locales de apuestas que en la actualidad no han acreditado su permiso de la Xunta se encuentran en la ronda de Nelle y en la calle Oidor Gregorio Tovar, informa el Concello. Ambos está cerrados pero podrían volver a abrir.

Estación de autobuses

La única sala de apuestas ubicada en un edificio municipal es la de la estación de autobuses. El Ayuntamiento ordenó su cierre a mediados de octubre, pero el establecimiento continúa abierto y trabaja con normalidad porque la empresa concesionaria instalada allí presentó alegaciones tras recibir el requerimiento municipal, que aún no se han resuelto. Si la firma no estuviera de acuerdo con el dictamen de Urbanismo, el caso podría alargarse en los juzgados de lo contencioso, advierten las fuentes municipales.

Este local de apuestas fue el primero en la ciudad que ordenó clausurar el Concello, después de que técnicos municipales comprobasen que no tiene autorización para su actividad. Fuentes de Grupo Comar, dedicado al sector del juego, explicaron días después que aporta las máquinas a la sala de la estación de autobuses, pero es una concesionaria la que lo explota.

La alcaldesa, Inés Rey, había manifestado públicamente antes su rechazo a las actividades relacionadas con el juego y las apuestas, sobre todo en instalaciones municipales. La Corporación aprobó por unanimidad una moción del BNG para la prevención y la lucha contra la ludopatía y otras adicciones con medidas como la prohibición de la publicidad de los juegos de azar, tanto de casas de apuestas como de apuestas a través de internet y otras formas de juego en las instalaciones municipales y demás soportes dependientes del Concello.

La Xunta aplica desde mayo pasado un decreto temporal y transitorio, con una duración máxima de nueve meses, que limita el número de salas de juego y apuestas en Galicia y no autoriza el inicio de la actividad de un negocio más del sector. El tope está en 118 salones de juego y 41 establecimientos de apuestas; si uno se extingue, el número máximo de este tipo de negocios decrecerá en la misma proporción.