La modernización de la entidad (incluida una actualización de los estatutos), la participación de los socios y el diálogo con las instituciones y otras asociaciones son tres coincidencias de los programas con que Marián Ferreiro y Eduardo Blanco se presentan para presidir el Club del Mar de San Amaro. Estos días dan a conocer sus ideas, sus deseos para un club al que están muy unidos desde hace décadas. Uno de los dos será el relevo de Ángel Garmendia tras las elecciones de este domingo.

Ferreiro, socia desde 1987, fue convencida por sus amistades para tomar las riendas del Club del Mar. En su equipo de diez personas hay cuatro que trabajaron con Garmendia. La labor en grupo es lo que pregona la ex concejal socialista, con comisiones creadas para tener bien informados a los socios de todos los servicios que presta la entidad y con vínculos con entidades de otros barrios para compartir iniciativas. Busca la inclusión de "los jóvenes y la gente mayor" a través de clubes con actividades recreativas, ventajas para las familias y un área de atención al socio. Propone un plan de mantenimiento preventivo de las instalaciones, implantación de medidas de eficiencia energética en la gestión del club y mejorar la accesibilidad, para lo que solicitará la adecuación de suelo perteneciente a la entidad en lo alto de las escaleras.

Eduardo Blanco, que preparó en el Club del Mar las pruebas de Educación Física cuando era joven, es el socio número 3.335. El equipo con el que concurre se apoya en cinco pilares para convencer a los socios: participación, viabilidad, sostenibilidad, seguridad y digitalización. Un grupo de amigos del club consiguió animarlo para optar a la presidencia y "afrontar un nuevo reto". Hoy presentará su programa.