La asociación vecinal de la Ciudad Vieja, a través de su presidente, Pedro Roque, reclamó al Gobierno local en el escaño ciudadano del pleno que traslade la feria medieval que todos los veranos se celebra en el barrio al exterior de los muros del casco histórico. Los vecinos se oponen a la celebración de las actividades comerciales y lúdicas de la feria por el exceso de ruido que generan sus comerciantes y artistas y por la ocupación de las calles. Consideran que con su actividad están cometiendo un "delito contra el patrimonio" de la ciudad. La concejal de Benestar Social y Participación, Yoya Neira, emplazó el diálogo sobre el futuro de la feria medieval a la Mesa da Cidade Vella creada para la dinamización del barrio. La edil recordó que la celebración de la feria supone "un punto importante de atracción turística" de la ciudad que hace que mucha gente acuda al casco histórico en verano.