La reordenación de las líneas del bus urbano se estanca en el terreno de la indefinición. No solo se desconoce cómo afectará a las rutas y frecuencias del transporte público, también cuándo se aplicará. El Gobierno local avanzó al medio mes de mandato que la modificación de las líneas „proyecto que preveía poner en marcha el Ejecutivo anterior y no hizo„ se llevaría a cabo "cuanto antes". Así lo recogía el programa electoral del PSOE „"lo antes posible", indicaba„, y aparece en el acuerdo de mandato suscrito con el BNG como una de las medidas a ejecutar en el primer año de mandato. Ayer en el pleno el edil de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, tampoco dio plazos sobre esta reordenación durante el debate de una moción de Ciudadanos, aprobada por unanimidad, que insta a convocar la Mesa da Mobilidade y definir en ese marco una propuesta de revisión de la red de transporte público.

La moción establece la conveniencia de la entrada en vigor de esa reordenación "antes del verano de 2020" con el fin de "dar respuesta a las necesidades de movilidad actuales en la ciudad" y para "dar continuidad" a los estudios sobre la modificación elaborados por Marea Atlántica cuando gobernaba, que aún no se han dado a conocer. La iniciativa añade una enmienda del grupo del PP para que en el primer trimestre de 2020 se elabore una nueva ordenanza de circulación que tenga en cuenta los nuevos medios de transporte usados por los ciudadanos.

Villoslada vinculó la modificación del mapa de rutas al desarrollo de la futura ordenanza y a la revisión de los análisis sobre las líneas del bus realizados por gobiernos anteriores, por lo que su aplicación debe estar precedida por más de un paso de estudio y tramitación. El concejal avanzó que los cambios no supondrían "poner la ciudad patas arriba", sino que sería "sensata y eficiente". En octubre pasado adelantó que el plan consistiría en modificaciones puntuales en las líneas de autobús en lugar de realizar un cambio "global" de toda la red.

Otros asuntos de movilidad tuvieron protagonismo en el pleno. Villoslada optó por una óptica metropolitana para reclamar la necesidad de revisar las infraestructuras de acceso a la ciudad. "No es suficiente con suscribir la mejora de la movilidad de la comarca a la reforma de Alfonso Molina", dijo. El PSOE apoyó una moción del PP sobre la remodelación de este vial enmendada por Marea Atlántica.

El grupo del Gobierno local apoyó una moción del BNG que solicita al Estado que instale en Alfonso Molina medidas alternativas para mejorar la movilidad y ejecute la conexión de la AP-9 y la tercera ronda (el vial 18) "de forma económica". La Corporación, a excepción del PP y Ciudadanos, defendió un cambio en el trazado de la vía Ártabra para que pueda conectarse no solo con la AP-9, también con la A-6 respetando el humedal de A Gándara. El edil apostó también por "impulsar un tren de proximidad entre A Coruña y Ferrol para de ese modo mejorar la movilidad de todos los municipios del área metropolitana.

En el ámbito de la movilidad, la plataforma SOS Sanidade Pública de A Coruña utilizó ayer el escaño ciudadano para alertar de la circulación por las aceras de bicicletas, patines y otros vehículos de movilidad personal (VMP), por lo que pidió al Gobierno local una adecuada regulación para evitar que estos medios creen "un problema de convivencia", como apuntó Luís Ángel García Gómez, de la Asociación Galega de Prevención de Glaucoma.