El vuelo de Iberia que salió de Madrid a las 11.25 horas y que tomó tierra en Alvedro a las 12.41 horas „cuatro minutos antes de lo programado„ fue el primero en utilizar la maniobra que Enaire, el gestor de la navegación aérea en España, puso a disposición de las compañías que operan en A Coruña para aterrizar en la cabecera sur de la pista, la que está más cerca del monte Xalo. Es una maniobra que, por ahora, solo se puede utilizar durante el día, tal y como adelantó este diario en octubre, y que se basa en referencias fijas que el piloto tiene que ver desde su cabina, lateralmente, no sobrevolarlas, y que busca minimizar los desvíos por la cabecera 03, la opuesta a la ría de O Burgo.

La pista de Alvedro tiene dos cabeceras, la norte, llamada también 21, que es la natural, la que cuenta con sistema ILS, que ayuda a los pilotos a tomar tierra en condiciones de mala meteorología y de baja visibilidad, y la otra, la 03, que carecía hasta ayer, de instrumentos que facilitasen la aproximación a las aeronaves, de modo que los pilotos tenían que hacer la maniobra de aterrizaje guiándose por los datos que le aportaban los sistemas de la cabina y con sus referencias visuales. Ahora ya cuentan con una ruta metida en su plan de vuelo, que se basa en unas coordenadas que trazan como un carril para aterrizar siempre de la misma manera en la cabecera sur.

Hasta ayer, cuando los pilotos no podían utilizar la cabecera más cercana a la ría, porque, por ejemplo, el viento del norte soplaba más de 10 nudos „en la misma dirección que el movimiento del avión„ podían intentar tomar tierra por la otra parte de la pista y, al carecer de ayudas a la aproximación, muchas veces tenían que desviarse a otros aeródromos, la mayoría de las veces, a Lavacolla. Esto provocaba una sangría en las estadísticas de Alvedro, ya que sus pasajeros pasaban a engrosar las cifras de otros aeropuertos. A pesar de que esta maniobra facilita el aterrizaje en la cabecera del Xalo, desde Enaire advierten de que es un procedimiento para "minimizar los desvíos en casos de niebla o de meteorología adversa", ya que no es posible erradicarlos.

Uno de los pasajeros que estaba en el vuelo que estrenó la maniobra, con el comandante Luis Rodríguez de Mena a los mandos del avión, explicó ayer, a preguntas de este diario, que se había dado cuenta de que no iba a aterrizar como siempre cuando vio el puerto exterior. "Me pareció raro porque solo conocía la maniobra sobre Ferrol. Cuando aterrizamos, el comandante se dirigió a nosotros comentando que éramos los primeros en utilizar la maniobra y que iba a ayudar en gran medida a evitar los desvíos", recordaba uno de los viajeros, Reyniel Fuentes.