El segundo ciclo al frente de la Universidade da Coruña (UDC) de Julio Abalde, reelegido este miércoles como rector con 1.768 votos más que el otro candidato, Fernando Martínez Abella, y el 70% de los apoyos, apunta a una mayor participación de la institución y a retos de sostenibilidad, con mejoras para el sector docente y facilidades para el alumnado. Un proyecto ambicioso y provechoso para A Coruña y la comarca como la Ciudad de las TIC debería avanzar con más agilidad, admite Abalde, que defenderá ante la Xunta una mayor financiación general para el eficaz desarrollo de la política universitaria.

Un triunfo incontestable.

Sí. Creo que la comunidad universitaria aprecia el proyecto que representamos. El apoyo de todos los sectores es unánime, y eso es una señal de que vamos por el buen camino. Nos presentamos con un proyecto que era la continuación de cuatro años de trabajo previo, que era un refrendo de los cuatro anteriores. El triunfo de ahora es un apoyo a lo que hicimos y una esperanza en lo que nos proponemos hacer en los próximos cuatro años.

¿Qué ha aprendido que no supiera o imaginase en sus cuatro años como rector?

Entre otras cosas, que tienes que mantenerte liderando un proceso de cambio constante, por lo que día a día tienes que estar pendiente de cómo evolucionan la propia universidad y la sociedad al mismo tiempo. No se trata solo de gestionar ese día a día, sino de presentar proyectos de futuro. Debes hacer prospecciones y saber adelantarte a lo que viene por delante.

¿Dónde se ha producido el mayor salto de la UDC en cuatro años y dónde desea saltar más en los próximos?

Hemos saltado de forma importante en oferta académica, en especialización y en apertura a la sociedad, que conoce y reconoce la labor de la Universidad. Ahora hay que saltar para ser más participativos, más inclusivos, y hay que liderar el futuro sobre la sostenibilidad y la lucha contra la desigualdad. Siempre manteniendo una docencia de calidad y una investigación de referencia.

La Ciudad de las TIC es un proyecto anunciado hace un año para desarrollar en el nuevo ciclo. Hace tres meses se mostraba tranquilo por el retraso en el desalojo de la fábrica de armas para disponer ya de los terrenos. Sigue ocupada y la UDC todavía no tiene la concesión. ¿Es mayor ahora la preocupación para usted y para el sector tecnológico?

Estamos un poquito acelerados ya. Tendríamos que haber resuelto ya la situación de la fábrica de armas, porque lo que venga después lo tenemos perfilado, con financiación comprometida por parte de la Xunta y con los contactos necesarios para comenzar a trabajar. Necesitamos el espacio y eso es algo prioritario. Cuanto antes se resuelva eso podremos empezar a trabajar.

¿Reconoce la Xunta el trabajo de sus universidades, desde el punto de vista económico?

Nuestra labor sí es reconocida y en nuestra área somos una institución de prestigio. Otra cosa es que se plasme en aportaciones económicas. El problema es del sistema universitario de Galicia, no de la UDC.

¿A qué necesidades tiene que responder una financiación adecuada?

Necesitamos un escenario de financiación estructural que ahora no tenemos. Los fondos para desarrollar una política universitaria son claramente insuficientes. Hay que ser capaz de convencer a la Xunta de que tiene que aportar más fondos al plan de financiación y hacer una redistribución de modo diferente, sin que tengamos que prescindir de fondos que deberían ser para otras políticas, como potenciar la investigación o la transferencia, para dedicarlos a costes estructurales de la Universidad.

¿Qué es lo que no convence a la Xunta, entonces?

Ya debería estar convencida, pero tiene sus previsiones, lógicamente, y ha de repartir sus fondos. No me preocupa tanto convencer a la Xunta como que tengamos que convencer a la sociedad de que es necesario hacer un mayor esfuerzo en I+D y en educación superior.