A Coruña se coloca entre las universidades más transparentes del país a la hora de rendir cuentas a través de su página web y se queda en el quinto puesto, con el cumplimiento de 43 de los 54 indicadores que se marcan en el estudio del año pasado elaborado por la Fundación Compromiso y Transparencia. En el mismo puesto se encuentran la Universidade de Vigo y la Rey Juan Carlos. El informe atiende a criterios como: presupuestos, acción del gobierno, resultados de investigación o empleabilidad de sus estudiantes.

La UDC consiguió mejorar su puntuación en 2018 en un 6% en los últimos dos años y, de este modo, abandona el grupo de las universidades translúcidas, que ocupaba entonces junto a Santiago, y que ahora cae al último lugar por su opacidad.

Este informe, que es el séptimo que realiza la fundación, incorpora nuevas exigencias de información y prácticas de buen gobierno, lo que se ha traducido en una caída general del 15% entre las 49 universidades públicas analizadas. Y aun así, se mantienen a gran distancia de las privadas que, como en años anteriores, siguen "estancadas" en la opacidad.

La clasificación está liderada por Burgos, con un 91% de cumplimiento de objetivos, seguida de Córdoba y Cantabria, ambas con 83%. En el grupo siguiente se encuentran Autónoma de Madrid, Castilla-La Mancha y Rovira i Virgili. Vigo y A Coruña comparten posición con la Politécnica de Valencia y la Rey Juan Carlos.

Los autores del informe destacan que la transparencia no solo consiste en colgar información, sino que esta debe ser de calidad, relevante y comprensible. Hay un grupo "considerable" de instituciones "comprometidas" con este objetivo, pero queda margen de mejora. Sobre todo, en el área de los consejos sociales, una de las novedades de esta edición, que alcanza los 49 indicadores frente a los 27 de 2017.

Es precisamente en este apartado „se analizan 27„ el de menor cumplimiento en todas las universidades, donde la institución coruñesa registra su único objetivo parcialmente cumplido, que es la publicación del informe de responsabilidad social y uno de sus cinco incumplimientos: la publicación del informe de control del Consejo Social. Los redactores del informe ponen las memorias de actividades de las universidades de Córdoba y de A Coruña como ejemplo para las demás, ya que "informan de las asistencias a las reuniones de los representantes designados por los diferentes colectivos".

"Esa información confirma la mala práctica que supone designar para cubrir un puesto en un órgano de gobierno a una persona en función de su cargo o por representar a un determinado colectivo y no en razón de sus capacidades o méritos personales", relata el informe y puntualiza que, "de los seis miembros designados por el Gobierno de Galicia tan solo dos han asistido a más del 50% de las reuniones y de los catorce miembros del Consejo Social hay cuatro que no han acudido a ninguna", algo que conviene saber de las demás universidades.

La Universidade da Coruña aprueba en 21 puntos y falla en dos que tienen que ver con el personal docente e investigador, el referido a la información aportada de profesores extranjeros y la del nivel de endogamia. Tiene que mejorar también en la publicación de la auditoría de la información económica y los resultados obtenidos en internacionalidad. La Universidade da Coruña no ha cumplido con el objetivo de aportar información precisa y actualizada sobre los alumnos de fuera de la comunidad autónoma, con especial atención a los alumnos extranjeros.