La Empresa Municipal de Aguas (Emalcsa) ha iniciado tres trabajos de investigación para evitar los episodios de agua turbia, que se concentran sobre todo en viviendas y locales de hostelería de la zona de O Castrillón. Uno de estos proyectos incluye un modelo a escala de las tuberías para analizar el funcionamiento de la red. Así lo explicó ayer el presidente de la asociación vecinal, Ramiro Otero, en una reunión con los vecinos en la que desveló que Emalcsa achaca la turbidez a la presión y la velocidad del agua, por lo que busca soluciones para eliminar el problema.

La empresa municipal insiste en que se trata de un fenómeno "natural, puntual y difícilmente predecible" que no afecta a la calidad del agua, que sigue siendo óptima a pesar de su color.

Recreación de tuberías. Emalcsa está analizando los elementos de conducción y el funcionamiento hidráulico del suministro para detectar qué está causando la turbidez en el agua. Para ello, y junto a un grupo de investigación de la Universidade da Coruña, se está preparando un laboratorio de ensayo de tuberías en el Centro de Innovación Tecnológica en Edificación e Ingeniería Civil (Citeec). Mediante un modelo a escala del sistema de tuberías conectado a la red de distribución, los investigadores de la UDC evalúan la influencia de los recubrimientos internos de estas tuberías en la aparición del agua turbia.

Desinfección. Otra de las líneas de investigación de la empresa municipal se centra en el análisis de los sistemas de desinfección tras el proceso de potabilización, que se produce antes de salir de la planta. Se estudia la efectividad del dióxido de cloro como desinfectante en vez de cloro gas, que es el que se utiliza actualmente.

Sustancias en el agua. Emalcsa ha explicado en varias ocasiones que los episodios de agua turbia se producen, a veces, por las sustancias propias del agua potable que se depositan durante el transporte y su distribución. Para estudiar este fenómeno, la empresa ha instalado una planta piloto en la estación de A Telva para estudiar la incidencia de reducir los valores de ciertas sustancias que están presentes en el agua.

El caso de O Castrillón. Los vecinos de O Castrillón y Eirís llevan meses quejándose de la turbidez del agua, una situación que se agrava los fines de semana por la mañana. La zona, que se abastece desde el depósito de Eirís, registra aumentos de velocidad del agua, lo que, según Emalcsa, provoca el desprendimiento de las sustancias depositadas en las paredes de la conducción. Como consecuencia: turbidez. Ahora la empresa estudia cómo minimizar estas velocidades del caudal sin afectar al suministro. Para ello será necesario realizar maniobras en la red, por lo que los episodios de turbidez podrían agravarse en días puntuales.

Otros estudios. Más allá de los proyectos de investigación abiertos, la Empresa Municipal de Aguas está realizando trabajos dentro del Plan Gleon, de la Cátedra Emalcsa, para analizar el agua durante el ciclo anual, la influencia de las presiones sobre el embalse y el cambio climático para dar con posibles actuaciones de tratamiento.

Incidencias en el suministro eléctrico. En la reunión de ayer con los vecinos de O Castrillón, el agua turbia no fue la única protagonista. Una subcontrata de Naturgy está analizado qué ocurre ne el barrio, en el que se va la luz en varias viviendas con frecuencia.