A Coruña lleva registrando año tras año más muertes que nacimientos al menos desde 1996, cuando el INE empezó a calcular este dato. Desde ese año hasta 2018, último período del que hay información, nacieron 43.353 niños de madres coruñesas, y fallecieron 54.055 vecinos empadronadas en el municipio, lo que arroja un saldo natural negativo de 10.702 personas.

La natalidad del área se desplazó en estas dos décadas a los municipios de la periferia de la ciudad, que, debido al menor precio de la vivienda, recibieron a buena parte de los coruñeses nacidos durante el baby boom de los años 70 cuando buscaron casa propia. Arteixo, Cambre y Culleredo tuvieron un saldo natural positivo entre 1996 y 2018 de, respectivamente, 2.212, 1.596 y 2.006 personas. Sumados, son 5.814 nacimientos por encima de los fallecimientos, un 54% de la pérdida demográfica natural de A Coruña.

Así, el crecimiento natural anual medio coruñés desde 1996 fue negativo, del -0,19%, mientras que en Arteixo y Culleredo fue del 0,35% y en Cambre del 0,34%. Estos tres municipios los únicos con saldo positivo de la provincia de A Coruña, junto con otros tres situados en la periferia de Santiago: Ames, Oroso y Teo. Fuera de la provincia el saldo demográfico positivo se encuentra también en municipios cercanos a las ciudades de Vigo, Pontevedra y Ourense.

En el conjunto del periodo la población coruñesa ha aumentado ligeramente, de los 233.785 a los 244.850 habitantes, debido a que el saldo de migración es positivo y en la ciudad se empadronan más personas de las que se marchan.

Los ayuntamientos del entorno de A Coruña están adaptándose a la tendencia negativa del conjunto de la población gallega. En 2018 solo Arteixo tuvo un saldo positivo de muertes y nacimientos. Culleredo lo mantuvo hasta 2016, y Cambre hasta el año siguiente.

Repunte y bache de la natalidad

Si bien el saldo natural de la población coruñesa siempre ha sido negativo, la tendencia fue menos acusada en la segunda mitad de la década pasada. En 1996 hubo un 42,6% más de muertes que nacimientos; en 2000, un 27% más, y en 2005 y 2010 la tasa bajó, respectivamente, al 17,7 y el 7%.

El año que las cifras estuvieron más cerca de la paridad fue 2008, en el que los fallecimientos solo superaron a los nacimientos por uno, y fue un año atípico. Desde entonces ha vuelto a subir: al 29,8% en 2015, y al 56,3% el año pasado.

Estas diferencias se pueden atribuir, en parte, a que las defunciones se han ido incrementando por el envejecimiento de la población. A lo largo del periodo en el que existen datos, las muertes en A Coruña pasaron de 2.240 en 1996 a 2.627 el año pasado, y en los años intermedios la tendencia fue de aumento. En 2018 el 24% de la población de A Coruña tenía más de 65 años, y el índice subió un 20% en la última década.

Los nacimientos se incrementaron desde los años 90 hasta finales de la pasada década para posteriormente volver a disminuir. En 1996 nacieron 1.571 niños coruñeses, en 2000 la cifra subió a 1.731 y en 2005 se alcanzaron los 1.988 alumbramientos. En 2010 la cifra subió a 2.134 niños, pero en 2015 fue de 1.907 y el año pasado se redujo hasta los 1.681 niños.