En la red de bibliotecas del Concello hay más publicaciones que vecinos en el municipio: sus fondos sumaban en 2017 300.790. Si sumáramos todas las instalaciones de biblioteca de la ciudad, obtendríamos un espacio de 7.127 metros cuadrados.

Aún así, la responsable de bibliotecas del Ayuntamiento, María Esperón, señala aspectos en los que seguir trabajando, empezando por los recursos humanos. La dotación de personal municipal ha disminuido "hasta poner en riesgo la continuidad de los servicios", y la convivencia de centros con trabajadores del Ayuntamiento y otros de una empresa externa genera "disfunciones".

En el aspecto material, reclama más centros para cubrir toda la ciudad, la presencia de una biblioteca central y la creación de servicios de coordinación "suficientemente dotados". También resulta "urgente", señala Esperón, actualizar los medios tecnológicos e incorporar otros más novedosos.

En el apartado positivo, Esperón destaca que la red de bibliotecas es "amplia y de calidad", tiene buena acogida por parte de la ciudadanía, cuenta con una presencia "muy consolidada en las redes sociales" y el personal es de "alta cualificación". La colaboración con otras entidades y colectivos es una de las apuestas, si bien admite que es un "asunto pendiente" coordinarse con el resto de bibliotecas públicas de la ciudad, pues no existe un órgano que permite una comunicación sistemática.

Actualmente, el departamento trabaja en un plan municipal de bibliotecas para la próxima década, dirigida a orientar la acción en la ciudad "en cuanto a estructura territorial, de servicios y de recursos humanos".