El Gobierno local aún no ha decidido qué hará con el tranvía turístico, si recuperarlo solo en un tramo del paseo marítimo, entre la Torre de Hércules y el colegio de las Esclavas, o eliminar por completo la infraestructura. Estudios técnicos en marcha desde hace más de un mes resolverán las dudas, recalcó ayer el concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, en un debate público organizado en el Sporting Club Casino sobre el futuro de este tranvía. En la cita, el edil se encontró con una corriente convencida de la necesidad de volver a poner en funcionamiento la instalación, sobre todo por los beneficios que le podría reportar a la ciudad. Pero Villoslada fue cauto, se mantuvo en la postura de esperar el dictamen técnico sobre la viabilidad y añadió la exigencia de que la recuperación del tranvía tendría que estar acompañada de una "gestión rentable".

La incertidumbre sobre el tranvía turístico „en desuso desde el verano de 2011„ a raíz de la decisión del Gobierno local de suprimirlo entre el castillo de San Antón y Adormideras por la próxima reforma del paseo marítimo en ese tramo motivó la celebración del debate sobre su futuro organizado por la Asociación Metropolitana 3.0. Su presidente, Andrés Precedo Ledo, y el arquitecto y moderador Alberto Unsaian fueron contundentes al defender que el uso "eficaz e imaginativo" del tranvía reforzaría los valores turísticos de la ciudad y supondría una "importante oportunidad de negocio".

Unsain, que criticó la explotación que se hizo de la infraestructura mientras estuvo activa, de 1997 a 2011, apostó por su recuperación con la implantación de un billete combinado que permitiese a los usuarios recorrer el litoral coruñés y visitar espacios y museos de interés que hay en su recorrido. Precedo se preguntó si el Concello se precipitaría con la posible supresión del tranvía y planteó si en su lugar se llegaría a confiar en un autobús turístico de subvención municipal.

En la línea de los moderadores se expresaron la mayoría de los asistentes del público que intervinieron, quienes propusieron incluso el uso combinado de un tranvía rápido de transporte y otro más lento con finalidad turística. El planteamiento del tranvía "como gasto y como inversión" fue otro punto de coincidencia.

Villoslada sí se posicionó entre quienes defienden el componente turístico de la instalación, siempre y cuando estuviera bien gestionado para no causar déficit en su explotación, pero dudó del uso del tranvía como un medio de transporte más de la ciudad, para lo cual, resaltó, necesitaría de la "ayuda de otras administraciones" por su elevado coste.

El concejal socialista insistió en que aunque no se haya descartado aún el tranvía, la ciudad necesita con más urgencia una renovación de su paseo marítimo debido al deterioro causado por el paso del tiempo. La reforma del tramo de Pelamios sería la primera fase del proyecto, con la retirada de los raíles del tranvía y la creación de puntos verdes, que proseguiría hasta las Esclavas.