La esperanza es lo último que se pierde y, en la víspera del sorteo de Lotería de Navidad, resiste incluso vientos huracanados y alertas rojas por temporal. Los últimos en garantizarse un pase al sorteo más esperado del año guardaban cola en la tarde de ayer, pasadas las 19.00 horas, contra viento y marea, para hacerse con participaciones en uno de los despachos de lotería más famosos y tradicionales de la ciudad, La Favorita. Mientras soplaba el viento y efectivos de emergencias se apuraban para paliar los efectos de Fabien, la fe en un futuro más soleado aguantaba en Cuatro Caminos.