Estudió Dirección y Administración de Empresas, pero su exitosa carrera en YouTube, en cuyo canal acumula dos millones de suscriptores, nació a raíz de un don innato y mucho esfuerzo. Tekendo imparte hoy en la agencia de marketing Bysidecars un taller dirigido a niños en el que desgrana los secretos de su profesión.

¿Para ser youtuber se nace o se aprende sobre la marcha?

Creo que es una mezcla de ambas. Tienes que tener un talento innato pero tienes que practicarlo y trabajarlo, estudiar el mercado. No se puede surgir de la nada, como en cualquier otra profesión.

¿Cuál es su talento innato?

Yo de pequeño quería ser actor, era el payasete de mi clase, muy extrovertido, tenía ganas de hacer reír. Mi público es la generación Z, si en ocho segundos se distraen, se van, estamos en la era de la hiperinformación. Mi forma de editar tiene mucho ritmo por eso.

¿Cuál es el punto de partida fundamental para quien quiera emprender este camino?

Que nunca se tome como un plan A. Es algo que no sabes nunca si vas a llegar a conseguir, en el sentido de vivir de ello como una profesión. Aconsejo, sobre todo a los niños que quieren ser youtubers, que piensen qué quieren ser como segunda opción, que vayan a por eso y, mientras tanto, hagan todo lo que puedan para intentar ser youtubers, es poca la gente que llega a vivir de esto, hay cientos de miles. Yo los dos primeros años que me dediqué a esto, no gané nada.

Es fácil que los niños salgan con una idea equivocada sobre el éxito en YouTube.

Sí, esto ocurre en España, en otros países a los youtubers se les considera como una profesión más. Somos creadores de contenido digital, actores, directores, productores; pero en vez de hacer producciones para la tele, lo hacemos en digital. Somos nuestra propia empresa, nosotros lo gestionamos todo. A los niños yo les voy a contar las claves que creo que son importantes para empezar en este mundo con buen pie, y cómo guiar la estrategia a seguir. Yo a los niños les aconsejo que estudien, y, como extra, en vez de irse de fiesta, que dediquen el tiempo a intentar ser youtuber.

La de creador de contenido es una profesión sin normas ¿Haría falta una regulación?

Es algo muy nuevo, pero cada día se está profesionalizando más. Ahora se van segmentando los canales que hay: coches, cocina, tecnología... Se autorregula solo, tú decides qué contenido quieres consumir. Hay un youtuber para cada cosa, siempre puedes encontrar algo que te guste. Cada vez hay más contenido y de más calidad, es una industria que avanza por el buen camino. La gente tiene cada vez más olvidada la tele en favor de Internet.

Su contenido se basa en retos, preguntas o trucos. ¿Qué es lo que lo hace tan atractivo?

Yo cuando empecé hacía scketches de humor, porque era lo que me gustaba. Luego me di cuenta de que el mercado iba por otro rumbo y que la gente se interesaba por los vlogs, los retos o los challenges. Esto es como una empresa, ofreces un producto y cuando el mercado cambia de gustos, hay que pivotar, yo cambié un poco. Yo no me dedico a algo en concreto, sino a varias cosas. Yo lo que busco es que quien entre pase un buen rato y se olvide un poco de sus problemas.

¿Se tiene cierta responsabilidad en el mensaje cuando se tiene un público de dos millones?

Desde luego. En mi canal, con una audiencia tan joven, intento no dar opiniones fuertes, no meter temas polémicos. Mi contenido es blanco, no uso lenguaje soez. No quiero que encamine a un pensamiento o a otro a los jóvenes. Soy consciente de mi responsabilidad, si hago algo que no está bien, ellos pueden considerar que sí lo está porque yo lo hago, siempre tengo mucho cuidado.