La empresa a la que el Ministerio de Defensa ha revocado la concesión de la fábrica de armas, Hércules de Armamento, agotó hasta el último momento el plazo para presentar alegaciones contra la orden de la jueza de lo Contencioso de A Coruña que le ordena el abandono forzoso de las instalaciones. A última hora de la jornada de gracia establecida para alegar, el pasado miércoles 26, la firma envió un documento de alegaciones, por lo que ayer, según estaba previsto, la titular del juzgado no comunicó la orden de desalojo de la planta de Pedralonga.

Hércules también había dejado pasar más de un mes para recoger la orden judicial de desahucio a comienzos de diciembre y ganar más días para permanecer en la fábrica, pese a que en su interior no desarrolla ninguna actividad tras la pérdida de personal por el fracaso de su proyecto industrial. Ahora la jueza evaluará las alegaciones de la empresa antes de emitir la resolución.

El proceso de desalojo de la planta, para el que se le dieron dos ultimátums a Hércules de Armamento en mayo y en agosto, se atascó después de que la Delegación del Gobierno solicitase mayores garantías judiciales, aunque Defensa ya había tramitado el abandono a la fuerza de la empresa para acelerar la nueva concesión de los terrenos sobre los que se asienta la fábrica a la Universidade da Coruña. En el lugar es donde la institución académica prevé desarrollar el proyecto de la Ciudad de las TIC, donde implantará un parque tecnológico para las empresas de la ciudad y Galicia. El rector, Julio Abalde, manifestaba tras ganar las elecciones a su cargo que le preocupaba que la instalación continuase ocupada, sobre todo porque la Universidad tiene muy avanzado el acuerdo de concesión con Defensa y el proyecto con el sector tecnológico.