La primera auditoría realizada al centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de A Coruña, que cuenta también con una delegación en Ferrol, refleja una situación administrativa y contable "muy deficiente" que se traduce en unas pérdidas de 109.000 euros en 2018 y en un retraso de seis meses en la presentación de las cuentas de ese año, según manifiesta la Intervención Regional de Galicia. A pesar de este dictamen, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, el informe de auditoría emitido es favorable, aunque el organismo fiscalizador destaca que se trata de una "situación particular" y que la pondrá de manifiesto en el informe de recomendaciones de control interno.

Este periódico intentó ayer obtener la versión de los responsables del centro acerca del informe, pero fue imposible debido a que se encuentra cerrado a causa de las vacaciones navideñas. Esta sede universitaria fue creada en 1983 y recibe fondos de la propia UNED, la Diputación y los ayuntamientos de A Coruña y Ferrol.

Según Intervención, el centro coruñés de la UNED posee unos medios personales "muy limitados" en los departamentos contable y administrativo, lo que se traduce en "deficiencias importantes" en la elaboración de las cuentas y en "continuos retrasos" en su presentación a los auditores. A este problema se suma el de la organización "ambigua" del centro, ya que aunque tiene personalidad jurídica propia, carece de independencia financiera y administrativa, ya que debe atender las órdenes recibidas de los servicios centrales de esta universidad, que los interventores consideran "en ocasiones contradictorias" con las recomendaciones que ellos efectúan.

Entre ellas figura la adquisición por el centro coruñés de una aplicación informática y contable, cuya utilización generó un "grave problema en la presentación y coherencia de sus cuentas", según se destaca, ya que esa herramienta está diseñada para instituciones con características diferentes a las de la sede local de la UNED.

La auditoría detalla que las cuentas del centro se entregaron el 21 de junio, con casi tres meses de retraso sobre el plazo fijado, lo que obligó a Intervención a comenzar a analizarlas a finales de julio, días antes de que se iniciaran las vacaciones del centro, por lo que hasta septiembre no fue posible revisar de forma "sistemática y ordenada" la documentación aportada.

El informe señala que el resultado favorable de la auditoría es consecuencia de la "reformulación" de las cuentas que ordenó al centro mediante "ajustes y reclasificaciones" en los listados y cuadros contables, que fueron remitidos finalmente el 3 de diciembre.