La Cabalgata salió este año del corazón de Os Castros, por lo que los niños del barrio y los que allí se acercaron disfrutaron de una ubicación privilegiada para seguir con ilusión el cortejo de los Reyes. Eso sí, algunos lo tuvieron que hacer entre los coches aparcados, lo que causó ciertas quejas porque no se restringió el estacionamiento a lo largo de la avenida de Oza, y parte del trazado quedó limitado.