Cada día más personas optan por el estilo de vida vegano, y parece que A Coruña ha conseguido reaccionar ante una demanda que no para de crecer. Lo confirma Carmen Peñalver, vegana desde hace cinco años y administradora de la cuenta de Instagram Coruñavegana, un directorio de restaurantes de la ciudad que muestra todo un abanico de posibilidades culinarias y que cuenta con más de dos mil seguidores. "Cuando empecé con la cuenta apenas había oferta vegana en A Coruña, pero desde hace dos años ha habido un incremento muy grande. Ahora, ir a un restaurante y pedir patatas con pimientos fritos ya no es la única salida", explica Peñalver, que reúne reseñas de establecimientos como La cuchara Veggie, The Breen's Tavern, el bar Áncora, Fujiyama Sushi Bar o El Rincón de Alba, ganador del concurso Picadillo 2019 con su taco vegano.

Peñalver señala que, aunque la oferta y la estabilización de los precios de los productos veganos en los supermercados ha dado lugar a que "la transición sea un paso natural y sencillo para muchos", hay personas que lo tienen un poco más complicado. "Vivir en un pueblo pequeño o no tener internet dificultan la transición, al igual que las cuestiones relacionadas con la salud", explica, y demanda que el sistema sanitario debería proporcionar "más consejos a nivel nutricional": "Desde pequeños los médicos dicen que hay que comer de todo, pero la cuestión es cuánto se come, cómo y de qué manera. El cuerpo no sabe de alimentos, sino de nutrientes".

Como administradora de su cuenta, Peñalver afirma que las redes sociales han sido en parte responsables de visibilizar el movimiento y concienciar a sus usuarios acerca del sufrimiento animal, pero también advierte sobre la importancia de "reflexionar antes de tomar la decisión", de acudir a los nutricionistas ante las dudas y de no sumarse al veganismo por una cuestión de moda o tendencia social: "Los principales motivos para ser vegano son la ética, por estar en contra de la explotación animal; el medioambiente, porque la industria ganadera contamina más que la de transportes a nivel mundial; y la salud, aunque una dieta vegana es saludable siempre y cuando sea equilibrada y tenga todos los nutrientes".

Pero el veganismo no solo repercute sobre los hábitos alimentarios. El mes pasado, la asociación animalista Tu abrigo, su vida organizó unas jornadas de concienciación sobre la situación de la industria peletera en Galicia, y una de sus integrantes, Carmela Fernández, participó en un encierro celebrado en la plaza de María Pita en el que varias personas permanecieron en una jaula durante 24 horas como protesta sobre la situación que viven los animales en las granjas de pieles.

"Cada vez hay más gente que se suma al veganismo, pero todavía queda mucho por hacer. El 80% de las granjas de pieles de España están aquí, en Galicia, y hay 750 mil visones sufriendo día tras día. No somos conscientes de hasta qué punto la gran mayoría de los productos tienen un origen animal", denuncia Fernández.

Y es que, aunque la carne o las prendas de piel son las manifestaciones más evidentes, los cosméticos o los medicamentos también tienen ingredientes provenientes de animales o han sido testados sobre ellos. Por este motivo, Fernández destaca la importancia de las etiquetas y de los sellos cruelty free en los productos. "La cuestión no es que todo el mundo se haga vegano, sino de que se tomen decisiones más éticas para favorecer el consumo sostenible. Empiezas por la alimentación, pero luego tomas conciencia de otras muchas cosas", concluye la activista.