Tanto el PSOE como la Marea y el BNG celebraron el presupuesto municipal de A Coruña para 2020 en el plenopresupuesto municipal de A Coruña para 2020 , y los dos primeros partidos manifestaron, en términos casi idénticos, su defensa del "interés de la ciudad" sobre el "partidario". La alianza se mantiene, pero hubo tensiones cuando trataron de visibilizar los méritos propios.

En el caso del socialista José Manuel Lage, que llevó las negociaciones presupuestarias, no hubo ningún ataque directo a sus socios, y sí agradecimiento por su buena disposición. La postura de los socialistas en estas últimas semanas ha sido la de afirmar que no miran "el DNI" a las propuestas e intentar ofrecer imagen de unidad, diálogo y normalidad.

Al igual que ocurrió en el debate del IBI en el anterior pleno, Lage respondió sobre todo al Partido Popular y dejó pasar su turno sin defenderse las críticas de Marea Atlántica que podrían generar debate. Reivindicó, eso sí, que las inversiones sociales de este presupuesto siguen la línea marcada en la época de Francisco Vázquez y Javier Losada.

Más directa fue la portavoz de Marea, María García. El más importante de los socios del PSOE trata de visibilizar sus aportaciones a las cuentas y no quedar oculto tras la marca del PSOE. Según ella, el presupuesto "bebe de manera evidente" del trabajo realizado por Marea cuando ocupaba el Gobierno local, por lo que existe una "continuidad" en las políticas seguidas. En este sentido, afirmó que era comprensible que a los socialistas "no les interese darle un copyright" a las medidas.

En relación a la tradición de Vázquez y Losada, García afirmó que las inversiones de la época de los anteriores alcaldes socialistas tuvieron menos "mérito" por hacerse en época de "bonanza", en vez de, añadió refiriéndose a su partido, en una de "crisis".

El PSOE tiene nueve ediles, Marea seis y el BNG dos, lo que convierte en el último grupo en el menos determinante del pacto presupuestario. Su portavoz, Francisco Jorquera, reconoció la debilidad numérica pero defendió su relevancia: en ese pacto, afirmó, "el BNG no se unió", sino que fue "copartícipe". Señaló la importancia que ha tenido su partido a nivel estatal, donde tiene un único parlamentario, en la última investidura.

Al tiempo que advirtió de que, si liderase el Concello el presupuesto hubiera sido "distinto", apuntando al gasto en personal, transmitió la idea de que su partido hace política de manera más seria, sin "desconfianzas o disputas por el protagonismo". "Los tiempos", afirmó, "no están para tonterías".

La edil popular Rosa Gallego ironizó con los desencuentros de las tres fuerzas, comparándolos con las traiciones de la saga mafiosa de El Padrino. Su grupo, sin embargo, fue atacado por todos los demás partidos, que los acusaron de criticar sin realizar aportaciones al presupuesto.