El presupuesto municipal para 2020, presentado por el Gobierno local y pactado con Marea y BNG, consiguió su aprobación inicial en el pleno de ayer con el respaldo de todos los grupos con representación municipal excepto el Partido Popular, que votó en contra. El resultado revalidó el éxito de las conversaciones realizadas por el Gobierno local con Marea y Ciudadanos esta semana. Pese a que habían llegado a acuerdos presupuestarios en diciembre, la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y problemas detectados en la documentación presupuestaria llevaron a estos grupos a reclamar una renegociación de los tratos.

José Manuel Lage, concejal de Hacienda, reivindicó las cuentas como "netamente progresistas", destacando el aumento de las inversiones. La portavoz de Marea, María García, resaltó la "justicia redistributiva" en las inversiones en los barrios. El vocero del BNG, Francisco Jorquera, destacó el incremento del gasto social con respecto a los actuales presupuestos, prorrogados de 2018. La única edil de Cs, Mónica Martínez, valoró que se incorporó más de una decena de propuestas naranjas.

La edil popular Rosa Gallego, que actuó como portavoz tras la renuncia de Beatriz Mato, afirmó que supone una revisión de proyectos de Marea, y criticó la falta de partidas para la ciudad de las TIC, la Ciudad Deportiva o el "plan de choque de limpieza".

Dos enmiendas

En la sesión se presentaron dos enmiendas. Una de ellas fue incorporada, pues según el Gobierno local se trata de una corrección, acordada anteayer en el marco de las conversaciones con Marea. Supone asignar 140.000 euros en 2021 a la ampliación del rocódromo de Riazor.

Una segunda enmienda, presentada por Ciudadanos, proponía dividir los 200.000 euros que se conceden como subvención a la Asociación de Fútbol Aficionado de A Coruña (Afac) entre los clubes deportivos, una propuesta del grupo que el PSOE no incluyó en las cuentas. El interventor presentó un informe negativo sobre el texto, pues no se incluían correctamente los CIF de las entidades y las partidas que recibirían, y tuvo el voto en contra de todos los grupos menos Ciudadanos.

Alegaciones de PP y Ciudadanos

La entrada en vigor de las cuentas municipales todavía tardará, ya que ahora se abre el plazo de alegaciones, y se presentarán, al menos, por el PP, que afirma que ha sido objeto de un "cordón sanitario".

El grupo propondrá un plan de choque de limpieza, una administración telemática "real", partidas para captar grandes eventos, ayudas para las asociaciones de comerciantes, mejoras para las infraestructuras deportivas e impulso a la rehabilitación y la instalación de ascensores.

Ciudadanos, por su parte, estudia elevar una alegación repitiendo la enmienda que propuso ayer sin que fuese aprobada.

Tensiones por los impuestos

La subida del recibo del IBI en un 3% este año, por la actualización catastral pedida por el Gobierno local, fue objeto de ataques por el resto de grupos excepto el BNG. Jorquera, si bien señaló que su grupo "no trató" la actualización, afirmó que no cabe hablar de "catastrazo" y que los que pagarán más, en términos absolutos, serán los grandes propietarios.

Marea, con quien el PSOE ha acordado negociar la fiscalidad para 2021, criticó la subida, con la que "no nos podemos identificar", además del "exceso de optimismo" identificado por el informe del interventor general en relación a las previsiones de ingresos.

Los ataques más duros provinieron del PP. Gallego habló de "catastrazo", de "impuestazo" y de "multazo", por la subida de recaudación prevista por otros impuestos, tasas y multas. Además, afirmó que desde el Gobierno local "han inflado los ingresos para presumir del presupuesto más alto de la historia".

Lage centró sus respuestas en Gallego, a la que acusó de dar "un poco de pena" y hacer políticas "demagógicas" en fiscalidad. Recordó que las subidas en la recaudación, se deben en su mayor parte a mejores previsiones económicas, no a un aumento del tipo de los impuestos y tasas. También acusó al gobierno de Mariano Rajoy de subir el IBI, momento en el que la alcaldesa, como presidenta del pleno, llamó al orden a Gallego por realizar gestos.

Aunque todos los grupos hicieron guiños a la posibilidad de una fiscalidad más justa, no hubo propuestas concretas para modificar el IBI, salvo por Ciudadanos. Martínez criticó la "subida unidireccional" y propuso extender la bonificación del 3% en el recibo para los que fraccionen el pago antes del 31 de enero hasta final de marzo, y aumentarla hasta el 5%.

Protesta por Elviña

Antes del pleno, a la entrada del Ayuntamiento se manifestaron varios miembros de Elviña non se vende, que reclaman la desafectación de sus terrenos del plan del Ofimático y protestan por los pagos de cuotas de urbanización. Su problema no se trató en este pleno, aunque aseguran que el BNG o Marea lo llevarán al próximo.