El cambio del plan general en la zona de La Solana, que prevé aprobar el Concello en el pleno de la próxima semanacambio del plan general La Solana deja claro que cualquier construcción que se levante el entorno debe contar, previamente a su licencia, con un estudio de detalle, tal y como estipula el Plan especial de Ciudad Vieja y Pescadería (Pepri) que entró en vigor en 2015. El permiso que se concedió en el año 2018, después de que la concesionaria de las instalaciones deportivas reformase el proyecto a petición del Concello, no cuenta con este documento urbanístico, el más preciso que existe en la normativa y que debe ser sometido a exposición pública y aprobado por el pleno. La ampliación generó protestas de los vecinos y la plataforma Defensa do Común, al entender que interrumpían las vistas sobre el mar desde el paseo de O Parrote.

El Gobierno municipal prevé aprobar definitivamente en el próximo pleno ordinario, el jueves 16, el documento para corregir el plan general, que otorgaba a la parcela de La Solana, tras un cambio de última hora introducido por el Ejecutivo del Partido Popular, la calificación de suelo privado a la parcela. El objetivo de la modificación, impulsada por Marea Atlántica tras el intento de venta de las instalaciones por parte del Puerto, es mantener la titularidad pública del complejo deportivo.

En el documento definitivo que se someterá a votación se recuerda en dos ocasiones que cualquier actuación o construcción sobre la parcela, según estipula el artículo 148 del plan especial de la Ciudad Vieja, debe estar precedida de la tramitación de un estudio de detalle. Así, el apartado 8.2 indica que se deben evitar las "pantallas arquitectónicas" y, "a mayor abundamiento", decide "resaltar" que el Pepri "exige, para cualquier actuación sobre la parcela, la tramitación de un estudio de detalle que será informado por la administración competente en materia de protección del patrimonio". En la redacción final del apartado 10.2 se insiste en que, "de conformidad con lo dispuesto en el artículo 148 del Pepri, cualquier construcción que se pretenda construir sobre la parcela deberá ser objeto de la tramitación de un estudio de detalle que garantice la adaptación de las construcciones al entorno, no afección a los bienes catalogados de las murallas y no formación de barreras arquitectónicas".

El Gobierno de PP dio permiso a la concesionaria para su ampliación en 2013. Tras un periodo de paralización de las obras por la denuncia de un ciudadano y tras exigir modificaciones en el proyecto, la nueva licencia fue concedida por el Ejecutivo anterior en el año 2018.

La tramitación del estudio de detalle llegó a iniciarse pero nunca se concluyó. El 16 de marzo de 2005 la entidad Metropolitan Spain presentó la solicitud de tramitación de dicho documento urbanístico para el ámbito del área deportiva. Ese documento llega a tener la aprobación previa de la Dirección Xeral de Patrimonio, de mayo de 2006.

Sin embargo, nunca fue aprobado ni entró en vigor. Y es que el 15 de junio de 2009, tras un informe de la dirección del área de Urbanismo que decide que la actuación propuesta no necesita estudio de detalle sino que "debería proponerse a través de un expediente de licencia de obras", el Concello le pide a Metropolitan que presente directamente el proyecto básico para su ejecución. Por lo tanto, el proyecto se tramitó como cualquier expediente de obra, sin exposición al público ni acuerdo plenario.

El nuevo Pepri entró en vigor en enero de 2015 y en él se especifica que los parques deportivos "requerirán su ordenación a través de un estudio de detalle". La nueva licencia de 2018, que permitió reiniciar la ampliación con menos superficie y volumen, contó con informes favorables de los técnicos de Urbanismo y también con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio.

Después de una reunión de la alcaldesa, Inés Rey, con la plataforma ciudadana Defensa do Común el pasado junio, el nuevo Gobierno municipal del PSOE encargó un informe a los técnicos municipales, que de nuevo concluyeron que la licencia "se ajustó al planeamiento vigente" y no tuvo reparos de Patrimonio, que informó "siempre a favor" de la reforma, salvo por temas "cromáticos y de jardinería". Respondieron así a Defensa do Común que no podrían hacer nada porque las licencias otorgadas por gobiernos anteriores estaban dentro de la ordenación urbanística en vigor y lo contrario sería "prevaricar".