La última licencia para la obra de ampliación de la Solana, que tapa la vista sobre el mar desde el paseo de O Parrote, se aprobó en 2018 sin el estudio de detalle que exige el plan especial de Ciudad Vieja y Pescadería. Marea Atlántica señala que no quedó otro remedio, que el PP ya le había otorgado el permiso en 2013 y que, al ser herencia y continuación del mismo, lo único que pudieron hacer fue exigir a la empresa que se ajustase a la licencia concedida, lo que, afirman, permitió reducir la volumetría. La empresa pudo reiniciar los trabajos para mejora el complejo y concluir un procedimiento que había iniciado en 2006 con la presentación, precisamente, de un estudio de detalle, que nunca fue aprobado porque el área de Urbanismo le eximió del mismo en 2009. El BNG exige que se revise de oficio la autorización, que considera nula al desvelarse que carece de dicho estudio de detalle.

De 13 años fue el periplo de la empresa para conseguir ampliar sus instalaciones, con una serie de decisiones municipales de distintos colores que acabaron en el resultado actual. En 2006 presentó una propuesta de estudio de detalle, el más preciso de los documentos urbanísticos que existen, que debe someterse a información pública y ser elevado a pleno. Fue informado favorablemente por Patrimonio pero realmente nunca se llegó a aprobar.

Y es que en 2009, con el bipartito en María Pita y el PSOE al frente de Urbanismo, el director de área, previo informe técnico, decide que no necesita pasar ese trámite y que es suficiente con tramitar una licencia normal, como cualquier edificio de la ciudad, independientemente del enclave. ¿Era obligatorio tener un estudio de detalle según el plan especial en vigor en aquel momento, de 1998?

El Pepri antiguo no lo contemplaba expresamente para los parques deportivos, como sí lo hace el de 2015. Pero sí que decía que, "cuando en las zonas de suelo urbano se produzcan casos de imprecisión o necesidad de ligeros ajustes de alineaciones, rasantes o reordenación de volúmenes, se tramitarán estudios de detalle". Los propios promotores consideraron necesario hacerlo pero fue el Gobierno municipal en 2009 quien concluyó que no era preciso.

Y llega 2013, cuando el Partido Popular le otorga la licencia de construcción. En ese momento ya había entrado en vigor el nuevo plan general, el de 2013, que obligaba a realizar un estudio de detalle para los equipamientos. En sus informes previos a la licencia, los técnicos consideraban la calificación de la parcela como "equipamiento público deportivo".

Tras una denuncia vecinal, el nuevo Gobierno municipal de Marea Atlántica paraliza las obras, al detectar en una investigación de oficio que la promotora no se estaba ajustando al proyecto que había sido autorizado. El exconcejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, defiende que le pidieron cambios a la empresa que permitieron reducir "ocupación y volumetría" y que la licencia, que heredaron del Partido Popular, "ya estaba concedida" con los informes favorables de los técnicos municipales. Recuerda Varela, que destaca que fueron ellos los que pusieron en marcha el cambio en el PGOM para garantizar la titularidad pública de la parcela, que en 2009 el Concello le había eximido del estudio de detalle. Relata que se percataron de que la licencia de 2013 no había sido supervisada por la Dirección Xeral de Patrimonio, que acabó por dar luz verde al proyecto reformado de ampliación.

En 2018, cuando Marea otorgó el permiso, ya estaba en vigor el nuevo plan especial de la Ciudad Vieja, que es el que expresamente obliga a realizar un estudio de detalle para cualquier construcción. ¿Tendría que haberlo exigido Marea entonces? Consideran que no puesto que, entienden, tuvieron que continuar con la licencia de 2013.

La duda queda encima de la mesa, sin embargo, porque el permiso de 2018 queda redactado y aprobado como una licencia nueva. En la aprobación figura expresamente que dicha autorización de obra "sustituye a la anteriormente otorgada por acuerdo de la junta de gobierno" en 2013.

Tras la información publicada por este diario, el BNG reitera "que se puede solicitar la revisión de oficio de la reforma de la Solana". "Lo hemos solicitado en reiteradas ocasiones y ahora se confirma que es posible hacerlo por la inexistencia de un estudio de detalle que regule los volúmenes", comenta el Bloque, que destaca que las nuevas construcciones "impiden la vista de la lámina de agua incumpliendo los preceptos legales que protegen esa vista".