Al imaginar a un jugador de fútbol, pocos piensan en una mujer. Tampoco al hablar sobre un conductor de autobús, o sobre el que lleva a sus hijos en coche a la escuela. Pero si en el cuadro aparece el ballet, o la limpieza de un local, la figura en mente muda de género. Lo hace a los ojos de los mayores, pero no tanto ante los más pequeños, un futuro que promete esperanza en temática de igualdad.

Así lo cree David García, que ha podido tomarles el pulso a los jóvenes que integran sus clases. El profesor, que imparte Ciencias Sociales en el colegio Calasanz P.P. Escolapios, viene de ganar con sus alumnos el V Concurso de audiovisuales Ama en igualdad. Di no a la violencia de género, que recogerá esta mañana en el auditorio del centro. Al acto asistirán también los protagonistas del certamen, 25 niños y niñas de sexto de Primaria que se encontraron a finales de noviembre con la noticia de la victoria. Cuando los pusieron ante la cámara para rodar el cortometraje que presentaron no sabían nada acerca del festival de filmes, en el que participaron alrededor de 70 institutos de toda España.

El aula de García fue la primera gallega en alzarse con el oro en la historia del concurso, organizado por la Unión General de Trabajadores (UGT). Su docente asegura que supuso "una gran satisfacción", porque premia "el esfuerzo de los chicos y un trabajo de sensibilización, más que algo académico". En este caso, galardona también sus valores, ya que la grabación tuvo algo de experimento. "No queríamos hacerlos actuar, así que soltamos en una clase algunos de esos micromachismos que se nos escapan en el día a día, y vimos cómo reaccionaban", explica el profesor, que contó con la ayuda del instructor de cine José Seoane.

Codo con codo dieron forma al proyecto, que tuvo una fase previa de trabajo de campo. Los pequeños recorrieron el barrio de Os Rosales para "recabar información" sobre las profesiones que se desempeñan, y para ver "quién hacía cada cosa". La escapada la llevó García a su asignatura, en la que aprovechó para poner sobre la mesa los estereotipos de ámbitos como el empleo y la actividad deportiva. "Hablamos de su vida cotidiana, de lo que pasa en sus casas y en el recreo, y se fue estableciendo un debate que nos hizo darnos cuenta de que tienen una visión mucho más avanzada", apunta el docente.

García afirma que la experiencia fue "una lección a los adultos", que manejan clichés en los que los niños ya no entran. "Los chicos de hoy no hacen diferencias entre trabajos masculinos y femeninos. Son más abiertos y tolerantes", revela. Con todo, les siguen rodeando "peligros" que pueden hacer retroceder su idea de igualdad, como "el reguetón que escuchan en la radio" y que está "lleno de mensajes machistas". Se trata de un tema que preocupa especialmente al profesor, que asegura que la proliferación de este tipo de conductas entre los adolescentes supone "una realidad".

El trabajo para evitarla, dice, tiene un pie en los institutos. "Los colegios debemos dar el paso de trabajar los valores. Las materias se estudian por ley, pero yo no entiendo una escuela que no mire lo que pasa en la sociedad", reflexiona. "Abrir los ojos y las orejas a lo que ocurre fuera y llevarlo al aula para mejorar como personas" es lo que García persigue desde su puesto en los Escolapios, en el que integra innovadoras prácticas educativas. Un ejemplo es La clase por el tejado, el canal de Instagram que dirige desde hace dos años, y en el que comparte la actividad de sus alumnos con el fin de demostrar "el carácter didáctico de las redes sociales".

La revolución de los docentes

En el ámbito educativo, García es solo uno de los muchos profesores que están dando una nueva mano de pintura al sector. "La educación ha dado un cambio muy importante y, más que una ley política, el viraje lo estamos haciendo los docentes a nivel local", afirma. El colegio Casalanz P.P. Escolapios es, en ese sentido, un hervidero de ideas frescas. Entre sus proyectos de futuro, el centro planea poner en marcha una iniciativa dirigida a todos los cursos, en la que se tratarán "en clave ecológica" todas las materias para fomentar la conciencia medioambiental.

"Estamos hablando de una de las demandas de la sociedad, y de una batalla que solo se puede ganar desde la educación", dice el responsable, que no descarta repetir su participación en el concurso de audiovisuales. Además de la distinción, esta edición contó con un premio en metálico, que los niños dedicarán a la compra de material tecnológico para el aula.