La igualdad está dejando de ser la asignatura pendiente del sistema educativo. La perspectiva de género se ha ido introduciendo, poco a poco, en todos los ámbitos de la sociedad en los que antaño no era tenida en cuenta. El afianzamiento de este compromiso se hace patente en iniciativas como las que los alumnos de la Escuela Infantil de Monte Alto y el Sanjurjo de Carricarte han querido poner en marcha en sus respectivos centros, lo que les ha valido a ambos un reconocimiento.

La Diputación eligió a ambos centros como ganadores del premio Concepción Arenal, que reconoce los proyectos educativos por la igualdad de género salidos de escuelas e institutos, en las modalidades de educación Infantil y Primaria. El de los alumnos del Sanjurjo de Carricarte no pone a las mujeres referentes de la historia en el mapa, sino que las convierte en cromos que componen un álbum. Máis que unha liga de mulleres: nós contamos, vós pintades, elas suman es el nombre del proyecto que ha implicado a toda la comunidad educativa del centro: familias, profesores y el alumnado de nueve cursos se han lanzado a crear una colección compuesta por 54 cromos que retratan a figuras históricas de los ámbitos más diversos, que ha dado como resultado el Álbum da liga das mulleres extraordinarias.

"Iban investigando en clase sobre estas mujeres, y cada curso presentó seis cromos de seis mujeres diferentes", cuenta la coordinadora del proyecto, Patricia Sánchez. Este curso, el álbum ha dado incluso el salto a la programación y ha empezado a utilizarse como material didáctico en las aulas del centro, a modo de apoyo y guía para la realización de actividades en el aula. "En clase, los niños preparaban el rol de alguna de estas mujeres y los otros les hacían entrevistas, luego crearon maletas para describir qué figura podría ser la dueña de esas maletas...", explica la docente.

La escritora Rosalía de Castro, la matemática María Wonenburger o la gaiteira Susana Seivane, entre muchas otras, tienen su propio cromo en la colección. La iniciativa prepara su segunda parte de cara al año que viene, que consistirá en la creación de un juego de cartas protagonizado por distintos referentes del colectivo LGTB. "En esta ocasión, la idea será visibilizar que tanto en ciencias, letras, deportes o en el mundo del espectáculo existieron y existen estas figuras, y así empezar a descubrirlas", expone Patricia Sánchez.

Un reconocimiento similar han obtenido los más pequeños de la Escuela Infantil de Monte Alto, gracias a su iniciativa As maletas viaxeiras para a igualdade de xénero, un proyecto que hace especial hincapié en la implicación de las familias. A través del juego de roles, los niños de entre 0 y 3 años se turnan para desempeñar oficios de la más diversa naturaleza.

Los niños y niñas entrenan sus dotes en peluquería, zapatería, extinción de incendios y limpieza de las calles, con el objetivo transversal de desligar estos oficios de un género concreto. "Hicimos un planteamiento de 13 maletas, cada una con los objetos e indumentarias ligadas a un oficio diferente. Cada semana los niños se llevan para casa una maleta distinta", explica la coordinadora del proyecto, Montserrat Sancho. La iniciativa busca que sean las propias familias las que, mediante la participación con los niños en el juego, valoren si estos estereotipos empiezan a presentarse a edades tan tempranas y si los propios niños empiezan a asociar oficios a uno u otro género a través de su comportamiento con las diferentes maletas.

"Queremos favorecer que niños y niñas puedan jugar a todos los juegos, que entiendan que los oficios son indistintos del género. A los padres les pedimos que documenten el momento y reflexionen si los niños tienen conceptos adquiridos en cuanto a lo que es femenino o masculino", explica la docente. De esta forma, las maletas viajeras ayudan a terminar con los prejuicios mucho antes de que se arraiguen, de manera que para los más pequeños sea igual de natural verse desempeñando el rol de carpintero, mecánico o peluquero. El proyecto, que comenzó con la intención de acercar a los niños y niñas a los oficios relacionados con el barrio, ha ido evolucionando hasta llegar a su propósito actual de instruir en igualdad desde los primeros años. "Cuando observaban, por ejemplo, el trabajo del mecánico, en ocasiones había expresiones como "tú no puedes jugar a esto". Es una forma de darnos cuenta de cómo influimos como adultos en el que el niño se identifique con unas u otras opciones", señala la coordinadora.

La cuantía económica derivada del galardón, unos 5.000 euros en cada caso, permitirá a los centros mejorar los recursos destinados a estas iniciativas, con el fin de asegurar que los cursos venideros puedan poner su granito de arena en el fomento de la igualdad en las aulas.