La necesidad de mejorar la línea ferroviaria entre A Coruña y Lugo se ha reflejado en los planes de Fomento desde hace años. Tantos que fue en junio de 2003 cuando adjudicó la redacción del estudio informativo del proyecto de línea de Alta Velocidad para este tramo. El plazo de ejecución era de trece meses pero, 16 años después, no hay resultado y, por tanto, no se han realizado obras para mejorar una conexión que, según el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, "está bastante abandonada y corre el riesgo de quedarse obsoleta".

Un estudio del Eixo Atlántico, elaborado por el catedrático de la Universidade da Coruña, Miguel Rodríguez Bugarín, analiza las deficiencias de esta red y propone varias actuaciones para que el trayecto entre A Coruña y Lugo pueda completarse en 28 minutos, cuando ahora tarda una hora y media.

El Plan de Infraestructuras de Transporte 2000-2007 ya incorporaba la conexión en Alta Velocidad para este tramo, que se estimaba en unos 92 kilómetros. El documento se actualizó en 2005, volviendo a dejar espacio a estas actuaciones ferroviarias que también figuran en el plan elaborado para el periodo 2012-2024, todavía vigente.

Aunque fue en 2003 cuando Fomento encargó la redacción del estudio para definir las obras necesarias en la conexión, el proyecto se quedó en la sombra hasta que se preguntó por él en el Congreso de los Diputados en 2008. "Se está finalizando la redacción del documento medioambiental inicial", respondió entonces el Ejecutivo central. Pero dos años después, el secretario de Estado de Infraestructuras desveló que se "revisaría" el enlace Lugo-A Coruña "ante el ajuste presupuestario" en Fomento. La necesidad urgente de una mejora volvió a la mesa el año pasado de la mano de Ábalos, que incluyó en la futura conexión al Corredor Atlántico la modernización y ampliación de las vías en las líneas A Coruña-Betanzos-Infesta y Betanzos-Infesta-Lugo-Monforte. Será ahora, con el Gobierno central constituido, cuando se demuestre el compromiso.

De momento, es el Eixo Atlántico, organismo del que forman parte municipios gallegos y portugueses, el que ha dado un paso adelante con la propuesta de varias actuaciones de mejora con inversiones de entre 120 y 1.880 millones de euros.

La que defiende el secretario general del Eixo, Xoán Vázquez, cuenta con un presupuesto de 1.515 millones y se centra en la adaptación de la vía similar a la realizada entre A Coruña y Vigo, lo que permitiría combinar tráfico de pasajeros y mercancías. Se alcanzaría una velocidad máxima de 250 kilómetros, lo que reduciría el trayecto a 28 minutos. Sería casi una hora menos que ahora. Una duración „la misma que la del autobús„ que hace que no sea la primera opción de los viajeros. Según los últimos datos recogidos en 2015, aproximadamente 62.000 personas al año toman este tren.

Muchos usuarios son de Curtis, donde además de denunciar la precariedad del servicio, se quejan del recorte de frecuencias. "Se redujo mucho la oferta y, ahora, los usuarios son, en su mayoría, turistas o personas mayores. Tiene que haber frecuencias competitivas y servicios competitivos", apunta el alcalde de Curtis, Javier Caínzos, que también exige el "mantenimiento periódico de las estaciones".

El estudio del Eixo Atlántico también recurre a la Alta Velocidad en sus alternativas con dos variantes. Estas permitirían velocidades máximas de 300 kilómetros por hora. Sería una de doble vía, para viajeros, y otra de vía única, para usuarios y mercancías, que sería ampliable a doble en un futuro.