Las estadísticas de la Dirección General de Carreteras sobre seguridad vial reflejan que A Pasaxe es el tramo de las vías estatales de la comarca en el que se produce un mayor número de accidentes de tráfico con víctimas. La confluencia en ese punto de dos de las principales carreteras de acceso a la ciudad y el cuello de botella que supone el puente sobre la ría favorecen la concentración de siniestros. Los datos de este departamento del Ministerio de Fomento permiten comprobar que en ninguno de los quince puntos analizados hubo muertos en los accidentes contabilizados entre 2014 y 2018.

El propio puente de A Pasaxe, cuyo trazado forma parte de la AC-12, es el lugar donde se producen más accidentes en las vías estatales de acceso a la ciudad. En el año 2018 el último del que existen datos, fueron cinco los siniestros con heridos, aunque muy lejos de los doce contabilizados el año anterior, mientras que en 2016 hubo nueve y en 2015 ocho. El año con menos accidentes del último lustro fue 2014 con cuatro.

La estadística de la AC-11 en esta misma zona, que concluye en la rotonda de entrada al puente, es mucho menor, ya que en 2018 se contabilizaron dos accidentes y 2016 fue el otro año de los últimos cinco en el que hubo, con tan solo uno. El tramo de los accesos situado en segundo lugar en cuanto a siniestros con víctimas es el de Penarredonda en la AC-11, a corta distancia del primero, ya que la existencia en ese punto de la entrada y salida de la autopista genera numerosos cambios de carril que favorecen las colisiones entre vehículos.

Aunque en 2018 solo hubo dos accidentes con heridos, el año anterior fueron doce. En 2016 se contabilizaron solo cuatro, pero en 2015 llegaron a once y en 2014 a ocho. Al analizar estas cifras hay que tener en cuenta que el ministerio solo registra los siniestros que ocurren en los tramos donde tiene competencia la Guardia Civil de Tráfico, que en la AC-11 (Alfonso Molina) comienza a la altura del concesionario de Seat y en la AC-12 (avenida de A Pasaxe) lo hace a partir del cruce de Casablanca.

El tramo entre la Seat y la entrada a la autopista es el tercero en esta clasificación de seguridad vial, con cuatro accidentes en 2018, aunque fue 2016 el que alcanzó una cifra más alta en el quinquenio analizado, al llegar a los seis. La zona del cruce de Solymar en la AC-12 se sitúa a continuación, con cuatro siniestros con víctimas en 2018, mientras que el año anterior fueron cinco, tres en cada uno de los dos precedentes y dos en 2014.

Casablanca, el punto donde Fomento comienza a registrar accidentes en la AC-12, es también uno de los tramos con más siniestralidad, aunque en dos años de este periodo no se contabilizaron heridos. En 2018 y 2014 hubo cuatro y en 2016 se llegó a la cifra más alta con seis.

Categoría

La estadística de la Dirección General de Carreteras hace posible comprobar que cuanto mayor es la categoría de la vía, menor es el volumen de accidentes que se producen. Tanto la autopista del Atlántico (AP-9) como las autovías A-6 y AC-14 (tercera ronda) muestran un número de siniestros con heridos muy bajo en los tramos más próximos a la ciudad, fenómeno que se explica por la separación física entre los sentidos de la circulación y el mayor número de carriles en las zonas de mayor densidad de tráfico.

En el tramo de Lonzas de la AC-14 tan solo hubo un accidente con heridos en los cinco años analizados, mientras que en la zona del enlace con el aeropuerto se registraron dos en ese periodo. En la A-6 en Orro también hubo solo uno y en A Rocha, donde se efectúa el enlace con la carretera de Santiago, seis; mientras que en Freán, muy cerca de su inicio en Sabón, solo se contabilizaron dos en ese lustro. En el tramo de O Burgo, considerado uno de los de mayor riesgo de accidentes en la AP-9, únicamente están registrados tres siniestros con víctimas durante ese periodo.