Con un concierto prácticamente monográfico, el Ayuntamiento de esta ciudad ha tenido el acierto de tributar un homenaje al compositor Rogelio Groba, que acaba de cumplir 90 años. Hay varias razones para ello. El aniversario, en primer lugar. El ser un compositor gallego y muy prolífico (más de 700 partituras, que abarcan todos los géneros musicales), también. Pero, acaso sobre todo, el hecho de que Groba haya vivido en nuestra urbe durante 44 años, donde creó una gran parte de su obra musical y donde dejó su impronta como director de la Banda Municipal y de las orquestas Municipal y del Conservatorio; rigió esta institución; y dirigió varias corales coruñesas, incluida El Eco. Presidió el acto el presidente de la Xunta de Galicia, señor Núñez Feijóo, cuya presencia, aun cuando fuese a título personal, otorga a Groba el reconocimiento institucional „al más alto nivel de Galicia„ de su ingente y fructífera labor a lo largo de tantos años. Al final del acto, el maestro tuvo emocionadas palabras para la ciudad „que es su ciudad„, para el público coruñés que siempre lo secundó fielmente (y en este acto le tributó un impresionante homenaje puesto en pie por dos veces), e incluso tuvo un reconocimiento profesional y de amistad para este crítico, cuyo mayor mérito probablemente haya sido acompañarle en su andadura desde que el maestro llegó a A Coruña en 1967 para hacerse cargo de la Banda Municipal. Entonces, en la primera crítica, me congratulaba por "la llegada de un nuevo director que, por lo que hemos podido apreciar, es un excelente músico". En este homenaje, se ofreció una breve selección de las obras del maestro: dos conciertos, una sinfonía „tal vez, una de las mejores„ y una preciosa Zarabanda con cuatro variaciones sobre un tema de Haendel. Dos excelentes intérpretes actuaron como solistas: el clarinetista griego Fakiolas, y la pianista italiana D'Auria. Dirigió la Orquestra de Cámara Galega el hijo del compositor, Rogelio Groba Otero. Director y agrupación realizaron un magnífico concierto. Se sumaron con verdadero entusiasmo al homenaje.