Un monográfico con obras de Alessandro Scarlatti es todo un acontecimiento por lo inhabitual y por la maravillosa música que escribió el napolitano, uno de los grandes compositores del Barroco, que fue célebre en su tiempo e injustamente preterido después. Como ocurrió con la mayor parte de los integrantes del que fue tal vez el periodo más creativo de la historia de la música y que concluye con dos cimas gigantescas: Haendel y Bach. En la actualidad se están recuperando los conciertos y cantatas de Scarlatti, mientras se aguarda el día en que podamos escuchar sus misas, oratorios y óperas. El concierto de la Ritirata llevó al Rosalía a un público numeroso, cuyo modélico comportamiento durante todo el acto musical no dejó de ser señalado por los miembros del grupo. Que destacaron también la acústica de un teatro que permite el goce de escuchar, línea por línea, todo el juego polifónico que contienen estas obras de altísimo nivel compositivo. No es música para cualquiera; exige paladares refinados, exquisitos, capaces de apreciar toda la delicadeza de estos manjares musicales. Y así se comportó este admirable público que asiste a los conciertos de la Filarmónica. Y fue obsequiado con el fragmento de una cantata de Nicola Porpora, compositor napolitano como Scarlatti y discípulo de él. La Ritirata realizó un precioso concierto, enriquecido con las bellas voces de soprano y contratenor. Todos son excelentes músicos y se hallan perfectamente compenetrados, resultando así un impecable balance sonoro; Tocan con instrumentos originales o réplicas. El concierto tuvo la impronta de lo extraordinario: por la música de Alessandro Scarlatti, el grande, y por unos intérpretes del más eminente nivel artístico.